Canadá: Vancouver, Victoria y Calgary

Unos de los pulmones verdes de la canadiense ciudad de Vancouver es el Stanley Park. Situado a sólo unas manzanas del centro se encuentra este sorprendente oasis natural salpicado de frondosos bosques de abetos y cedros, hermosas playas y lagos, vistosos jardines y fantásticas vistas del puerto, de la bahía English y de la cadena costera. Recorrer las principales zonas en bicicleta te permitirá conocer una de las estampas más idílicas y verdes de Vancouver y unas de sus principales zonas de esparcimientos

Aquí verás a un gran número de canadienses caminando o disfrutando al aire libre de su deporte preferido. Además, el Stanley Park hospeda también el Acuario de Vancouver, el mayor de Canadá que cuenta con 300 especies de peces, más de mil invertebrados, 56 especies de anfibios, 60 de mamíferos y algunas aves. Si lo visitas, podrás contemplar delfines, belugas, leones marinos de Steller, focas y nutrias. El horario es desde las 9:30h hasta las 18:00h durante los meses de julio y agosto y desde las 10:00h hasta las 17:00h de septiembre a mayo. ¡No te lo pierdas!

El puente colgante de Capilano es una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad con más de 800.000 visitas anuales. Fue construido en 1889 por George Grant

Mackay, el propietario de los terrenos del otro lado del río Capilano. Originalmente fue un primitivo puente de madera que posteriormente fue reconstruido en 1956 mucho más seguro y con barandillas.

El puente actual, que

cruza el río Capilano, tiene una extensión de 140 metros y se encuentra suspendido a 70 metros de altura sobre el río, lo que le convierte en el puente colgante más largo del mundo. Cuando lo cruces, podrás disfrutar de las vistas y de los bosques centenarios cuyos árboles nunca han sido talados, además de los estanques de truchas y de una cascada de 61 metros de caída. ¡No te lo pierdas!

Uno de los barrios en Vancouver más populares de los últimos años es el de Granville Island. Históricamente, esta zona estuvo destinada a albergar el sector industrial de la ciudad, pero después de un intenso proceso de desarrollo urbano, que comenzó en la década de los ’70, se ha convertido en un atractivo lugar en el que pasear y disfrutar de la diversidad de actividades que nos ofrece.

Granville Island se encuentra en la orilla sur de False Creek, formando parte del centro de la ciudad y enclavado en un terreno aislado que se conecta con el resto de la ciudad a través de un paso elevado. Hoy es una de las mayores atracciones de Vancouver, con interesantes centros de arte, talleres y puestos de comida, por lo que no puedes irte de aquí sin haberlo visitado. Es también un lugar estupendo donde pasear tranquilamente y disfrutar de su ambiente relajado.

Este barrio es ideal para visitar en familia, acompañado de algunos amigos o para pasear en soledad y dejarse llevar. Además de las numerosas tiendas y boutiques, en las que podrás ver prendas originales y artesanías, Granville Island cuenta con numerosos restaurantes y cervecerías para complementar la visita, algunos de los cuales nos ofrecen excelentes vistas frente a las aguas de False Creek.

Durante todo el año, este barrio celebra multitud de espectáculos y de festivales artísticos, así como actividades o eventos pensados para los más pequeños de la casa, por lo que es muy probable que tu visita coincida con alguno de ellos. Lo mejor es informarse a través de internet antes de realizar nuestro viaje, pues si coinciden con nuestro viaje bien merece la pena conocer el más carácter festivo del barrio.

Aunque parte del encanto del barrio es pasear sin rumbo por allí y saborear el ambiente local, existen algunos lugares concretos que también merecen una visita. El primero de ellos es el mercado público, ideal para sumergirse en la vida cotidiana de los lugareños. Otro imprescindible es la Granville Island Brewery, una de las fábricas de cerveza más longevas del país.

Pensado para los más pequeños encontramos el Kids Market, que concentra numerosas tiendas de juguetes, dulces y ropa, o el Museo de maquetas de trenes y barcos, que alberga una de las mayores colecciones del sector en el mundo. Por último, también podemos montar a bordo de un antiguo tranvía restaurado, que efectúa un bello de recorrido de unos 15 minutos.

Aunque sea la capital de la provincia canadiense de British Columbia, Victoria es una ciudad de dimensiones reducidas y de ambiente tranquilo, por lo que nos permite conocer la mayoría de sus atractivos caminando. La zona más interesante de la ciudad es la zona de Inner Harbour, la más popular y emblemática y en la que se concentran buena parte de los monumentos principales.

Esta área, situada frente al mar y rodeada de botes pesqueros, se caracteriza por sus numerosas calles peatonales. Aquí encontramos edificios tan icónicos como el del Parlamento de Victoria, erigido a finales del siglo XIX y rodeado de hermosos jardines, que puede visitarse a través de un tour guiado o por nuestra cuenta. Justo al lado se encuentra el fantástico Royal British Columbia Museum, que alberga una extraordinaria muestra de la historia regional, cultural y natural.

A poca distancia de aquí se levanta el hotel Fairmont Empress, donde podrás disfrutar de la hora del té en un elegante edificio de principios del siglo XX. Algo más al oeste del parlamento se encuentra la bella Mansión Gatsby, un magnífico ejemplo de arquitectura victoriana que, aunque no es una atracción turística en sí –pues funciona actualmente como hotel–, merece una visita por el exterior.

Para los que quieran disfrutar de la naturaleza y de los jardines de Victoria, no pueden dejar de visitar The Butchart Gardens, un espacio de más de veinte hectáreas y más de un siglo de antigüedad que nos deleitará con su encanto y su colorido floral. Aunque se encuentra en las afueras de la ciudad, el lugar cuenta con algunos lugares donde comer o tomar algo, por lo que supone un sitio excelente para hacer un pequeño descanso durante el día.

Por último, al este del centro de la ciudad encontramos el majestuoso Castillo de Craighdarroch, erigido durante el periodo victoriano inspirándose en las fortalezas escocesas de la época. Su visita nos permite hacernos una idea de cómo era la vida para la gente adinerada de aquel entonces, pudiendo recorrer algunas de las casi cuarenta habitaciones y subir a lo alto del edificio para disfrutar de una panorámica excelente.

Cualquiera que visite la ciudad de Victoria no debería perderse el Royal British Columbia Museum, un museo de historia natural y de historia de la Humanidad que fue fundado a finales del siglo XIX. Aunque uno no sea asiduo a visitar museos, su visita impactará a todos los públicos, pues la magnífica colección y sus presentaciones interactivas nos permiten sumergirnos en el pasado y disfrutar de la experiencia.

Además de ser uno de los más visitados de todo el país, está considerado como uno de los mejores museos regionales del mundo, y se encuentra situado en la zona de Inner Harbour, cerca del edificio del Parlamento. El edificio consta de tres salas permanentes, un cine IMAX –que proyecta tanto vídeos educativos como comerciales– y espacio para exposiciones temporales.

En la Galería de Historia Natural encontramos representada una multitud de especies de la provincia de British Columbia y alrededores, clasificadas en distintas ramas científicas ­–como la ornitología, la paleontología o la botánica–, así como recreaciones de los diversos ecosistemas y ejemplares tan espectaculares como un mamut en tamaño real.

Por otra parte, en la Galería de los Primeros Pueblos descubriremos como era la vida en la zona antes de la llegada de los europeos, podremos ver las máscaras ceremoniales y los tótems usados por los primeros pobladores del país, o pasear por una recreación de la ciudad de Victoria durante el siglo XX.

Una de las salidas más apasionantes que podemos llevar a cabo desde Victoria es salir en barco para avistar orcas y ballenas. Y es que las aguas cercanas a Vancouver Island –el territorio donde se asienta la ciudad de Victoria–, son uno de los lugares elegidos por estos animales entre los meses de marzo hasta finales de octubre.

Existen diversas compañías que ofrecen este servicio, cada una con una duración determinada y sus características, por lo que lo mejor es consultar unas cuantas agencias y elegir la que más se adapte a nuestros intereses. Normalmente, se tarda aproximadamente una hora en barco para llegar hasta el lugar de avistamiento, por lo que las salidas más cortas duran aproximadamente tres horas.

Esta inolvidable experiencia, que podemos iniciar directamente desde el Puerto de Victoria, nos permite conocer diversas especies de ballenas –según el día y la temporada–, como las ballenas jorobadas y las grises, así como orcas y diversidad de aves marinas. También es frecuente ver nadar a los delfines y a los leones marinos, y gracias a los guías que acompañan estas embarcaciones se puede aprender muchos sobre sus hábitos y comportamientos.

Y para complementar la visita, algunas embarcaciones llevan a bordo unos hidrófonos para escuchar en directo el canto de las ballenas bajo el mar.

Si buscas disfrutar durante tu viaje de una experiencia mágica, Canadá te ofrece la posibilidad de realizar emocionantes excursiones en canoa por el Lago Louise, uno de los principales tesoros que esconden las Montañas Rocosas.

Ubicado en la provincia de Alberta, concretamente en el Parque Nacional de Banff, el Lago Louise se sitúa a tan sólo 60 km de Banff y a una altitud de 1.661 metros y por su incomparable belleza, se le considera un sello de identidad de Canadá. Conocido por los indios Stoney como "el lago de los pequeños peces" fue nombrado como "Louise" en 1.884 en honor de la princesa Louise Caroline Alberta, cuarta hija de la reina Victoria.

Famoso por sus aguas turquesas, con el telón de fondo del glaciar Victoria, y rodeado de numerosos picos nevados, el Lago Louise es uno de los paisajes más fotografiados de Canadá. El impactante color de sus aguas se debe a los depósitos de cieno glacial (harina de roca) que permanecen bajo la superficie. Su superficie lisa, es como un espejo donde se refleja de forma imponente el glaciar y los picos de las Montañas Rocosas que le rodean. ¡No te lo pierdas!

Situada en el Oeste de Canadá, en la provincia de Alberta, la ciudad de Calgary se ha convertido en una de las ciudades más atractivas y visitadas del país, pues combina toda una serie de elementos que la convierten en un destino ideal. Ya sea para disfrutar de sus actividades, monumentos y museos, como para tener un lugar de referencia desde donde salir a explorar los magníficos parajes que la rodean. Y es que cerca de allí encontramos, además de uno de los espacios paleontológicos más fascinantes del mundo, los bellos paisajes de las Montañas Rocosas.

Calgary se situó en el mapa mundial en el año 1988, cuando fue la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno, y desde entonces ha sabido mantener su encanto para seguir atrayendo la llegada de visitantes de todas partes. A pesar de ser una de las ciudades más grandes del país y contar con algunos imponentes rascacielos, presenta un ritmo de vida más relajado, algo que podremos comprobar realizando un paseo por el agradable centro de la ciudad. Allí no puedes perderte la peatonal Stephen Avenue, repleta de tiendas, bares y restaurantes.

Entre los edificios más emblemáticos de la ciudad, destaca la Torre Calgary, que se levanta más de ciento noventa metros sobre el suelo y que, a través de una plataforma de 360°, nos ofrece no solamente las mejores vistas panorámicas de los edificios urbanos, sino también de los paisajes de las Montañas Rocosas que rodean la ciudad. Los que quieran, pueden aprovechar la visita para disfrutar de su magnífico restaurante rotatorio, que en 45 minutos nos permite divisar toda la ciudad mientras comemos.

Otro referente icónico de Calgary es el histórico fuerte, que fue erigido en 1875 por la policía montada canadiense para impedir la entrada de los traficantes de whiskey en la zona. Situado cerca del centro de la ciudad, este enclave incluye algunos recorridos e exhibiciones interactivas, lo que nos permite aprender cómo era la vida en aquella época. Para complementar esta visita histórica, podemos dirigirnos al Heritage Park, considerado el museo viviente más grande de Canadá, en el que encontraremos recreaciones de la vida en la provincia de Alberta y Canadá entre el 1860 y 1950.

Si durante la visita de la ciudad quieres alejarte un poco del trajín urbano, puedes acercarte al parque Rundle Ruins, muy cerca del río Elbow, uno de los puntos preferidos por los lugareños para pasear o salir de picnic. El nombre del parque procede de las ruinas del primer hospital de Calgary, construido allí a finales del siglo XIX.

En el valle del río Red Deer, al sureste de la ciudad de Calgary, encontramos uno de los lugares más fascinantes de la zona Oeste de Canadá, el Parque Provincial de los Dinosaurios. Esta zona, que pertenece a la provincia de Alberta, nos ofrece el mayor yacimiento de fósiles de dinosaurios del mundo, con muestras de treinta y cinco especies diferentes. Esta enorme riqueza le valió la inclusión en 1979 en la lista del Patrimonio de la Humanidad, elaborada por la UNESCO.

Según los expertos que han analizado la zona, hace 75 millones de años aquí los bosques eran frondosos y fluían entonces grandes ríos, que conformaron el valle que hoy podemos observar. Todo ello fue cambiando a lo largo de los milenios, llegando incluso a estar cubierto por una espesa capa de hielo hace unos quince mil años, creando entonces los canales escarpados y moldeando las rocas de la región.

Pero a pesar de todo ello, los parajes en los que se encuentra hoy el parque, que son de una belleza sobrecogedora, mantuvieron unas condiciones únicas que permitieron la conservación de los restos fósiles encontrados a finales del siglo XX, y que pertenecen a la llamada “Era de los Reptiles” –científicamente conocida como el Mesozoico–, que tuvo lugar hace millones de años.

Gracias a todo ello, hoy podemos disfrutar de esta experiencia inigualable, disfrutando en el centro de visitante con diversas exhibiciones relacionadas con los dinosaurios, ver la reconstrucción de algunos de sus esqueletos y aprender sobre los apasionantes acontecimientos geológicos que aquí tuvieron lugar. En definitiva, una visita única que disfrutarán todos los viajeros.