Con una superficie de unos 165.000km² y una población que supera los diez millones de habitantes, Túnez es el país más pequeño del Magreb y se sitúa entre la cordillera montañosa del Atlas, el mar Mediterráneo y el desierto del Sáhara. Fronterizo con Argelia y Libia, el país está formado por un 40% de extensión desértica y goza de 1.300km de costa. Con un sistema de gobierno republicano y semipresidencialista, el territorio se divide en 24 gobernaciones o wilayat, capitalizadas por la ciudad de Túnez, la localidad más poblada de todas ellas.
El rango de temperaturas oscila entre los 6° y los 34° y pueden distinguirse tres grandes regiones en relación a la climatología. Mientras que en norte, más montañoso, el clima es templado y algo más lluvioso que en el resto del país, en el sur predomina el extremo clima desértico. En la costa, contrariamente, el clima es predominantemente mediterráneo.
Túnez tiene una economía bien diversificada, con predominio de los sectores agrícola, pesquero, minero, energético, turístico y petrolero. Al disponer de unos recursos naturales bastantes limitados, el país estuvo centrado durante décadas en los servicios –principalmente la construcción– y la industria manufacturera, empezando con el desarrollo turístico sólo unas décadas atrás. La agricultura, la pesca y la ganadería, paralelamente, han sido tradicionalmente uno de los principales motores económicos del país, aunque haya sufrido un notable descenso en su actividad durante los últimos años.
La mayoría de la población vive en las zonas rurales, mientras que el resto prácticamente se concentra en la zona norte, donde hay mejores tierras de cultivo. El promedio de vida está en 74 años y, étnicamente, los tunecinos pertenecen a grupos árabes, arabo-bereberes y bereberes, aunque históricamente por estas tierras han llegado también conquistadores fenicios, romanos, musulmanes hispanos, judíos, esclavos negros subsaharianos, turcos, malteses, italianos y franceses. Por lo que respecta al idioma, si bien el árabe es la lengua oficial en Túnez y es hablado por tanto por la inmensa mayoría de la población, el francés es la segunda lengua más común en el país –es vista como lengua comercial– y puede considerarse que la mayoría de tunecinos es bilingüe.
Por otra parte, la gran mayoría de los locales profesan el Islam, en su vertiente suní, aunque hay también una minoría de musulmanes chiíes, judíos y cristianos –mayormente católicos– que habitan en Túnez. A pesar de tratarse por tanto de un país mayoritariamente musulmán, el país ha sido considerado habitualmente como el más laico del mundo árabe desde las reformas del presidente Bourguiba y de Alí.
Dicho todo esto sólo queda descubrirlo en persona y disfrutar de las experiencias que nos ofrece este extraordinario país.
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Opiniones de los viajeros que ya han realizado este circuito
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achei tunes uma cidade muito suja
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Fiquei satisfeita com a viagem. Só fiquei um pouco desiludida com o resort em Hammamet, precisa de manutenção.
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el viaje bien en líneas generales pero los vuelos con retrasos, en la ida hemos llegado al hotel a sobre las dos de la madrugada y el vuelo de vuelta con más de dos horas de retraso.