Apúntate a un viaje inolvidable por la república de Seychelles situada junto a Madagascar y formada por un archipiélago de 155 islas, algunas de origen granítico y otras constituidas por espectaculares arrecifes de coral.
En este viaje, tendrás la oportunidad de descubrir Victoria, la diminuta capital del país que se encuentra ubicada en la isla de Mahé y formada por un puñado de casas coloniales y un colorido mercado de abastos. Posteriormente, visitaremos Praslin, la isla de mayor fama por su belleza y conocida como “la perla del Índico” con 40 kilómetros cuadrados de naturaleza intacta.
Reserva ya este viaje que te hemos preparado y disfruta de sus espectaculares playas, de sus frutas tropicales, sus pescados frescos y sus deliciosos zumos naturales de mango, papaya o maracuyá. ¡No te lo pierdas!
Vuelo con destino a Mahé. Noche a bordo.
Llegada y traslado al hotel. Día libre para descubrir la isla y sus playas. Alojamiento.
Día libre para descubrir la isla y sus playas. Alojamiento.
Día libre para disfrutar de la islas y sus playas. Alojamiento.
Día libre para disfrutar de la islas y sus playas. Alojamiento.
Traslado al aeropuerto para salir en vuelo destino la isla de Praslin. Llegada y traslado al hotel elegido. Alojamiento
Día libre para disfrutar de la isla y sus playas. Alojamiento.
Día libre para disfrutar de la isla y sus playas. Alojamiento.
Día libre para disfrutar de la isla y sus playas. Alojamiento.
A la hora acordada traslado al aeropuerto para coger un vuelo de regreso a España. Noche a bordo.
Llegada y fin de nuestros servicios.
Una de las excursiones imprescindibles desde la capital es ascender al monte Sans Soucis, en cuya cumbre se ubican las ruinas de The Mission, un orfanato/refugio construido en 1876 que los ingleses expropiaron a los mercaderes de esclavos árabes para escolarizar a los huérfanos de los esclavos liberados. Aunque no queda mucho de la misión, te sorprenderá el entorno selvático del Parque Nacional Morne Seychellois, que cubre el 20% de la isla de Mahé, y de las espectaculares vistas que ofrece sobre la costa de Mahé y la capital Victoria. Está rodeada de arboles milenarios con tramos de unas escalinatas de piedra llena de musgo, lo que le dá un aspecto casi fantasmagórico. Desde el mirador de La Missión, podremos contemplar unas vistas maravillosa de la Isla.
ESPECTACULARES RUTAS DE MONTAÑA
Posteriormente, si te gusta hacer trekking, el Parque Natural Morne Seychellois es el escenario perfecto para disfrutar de agradables caminos e increíbles paisajes naturales. Además, aquí localizarás el pico más alto de la isla: Morne Seychellois, de 905 metros.
Debes tener en cuenta que casi la totalidad de la reserva se encuentra en estado salvaje con una vegetación muy densa que puede limitar el acceso a algunos puntos. Sin embargo, desde la carretera que lo cruza, parten varias sendas señalizadas que conducen a las colinas de Trois Frères (699 metros), Copolia (497 metros) y Morne Blanc (667 metros). ¡No te lo pierdas!.
La Isla cuenta con otros Parques Naturales:
El Parque Natural Port Launay, famoso por el avistamiento de tiburones y ballenas. Además es perfecto para hacer snorkel o simplemente disfrutar de su hermosa playa.
Otro lugar magnífico es la Reserva Natural de la Isla de Cousin, una pequeña isla granítica completamente protegida, incluyendo el coral que la rodea.
Durante tu visita a Victoria (en la isla de Mahé), la capital de la república de Seychelles, encontrarás interesantes monumentos urbanos, construcciones religiosas de diversa índole, museos, lugares donde admirar y comprar artesanía local de calidad y varios parques naturales que merecen la pena.
Fotografiarte frente a su famosa Torre del Reloj es, sin duda, una de las experiencias que no puedes perderte durante tu viaje a Seychelles. Y es que este monumento, además de ser la pieza de arquitectura más destacada de la ciudad de Victoria, ha sido punto de encuentro y referencia de la ciudad durante casi más de 100 años.
La Torre es una copia del elegante reloj de Londres, un monumento nacional erigido en 1903 en honor a la reina Victoria, fallecida en 1901 tras un reinado de más de 63 años. El gobernador de Seychelles, Sir Ernest Sweet-Escott, quedó prendado por este monumento durante una visita a Londres y ordenó construir uno igual en1903 en la capital de Seychelles.
La idea inicial era que el reloj sonara, aunque nunca llegó a hacerlo. Actualmente, la Torre del Reloj marca periódicamente la hora, ya que su mecanismo fue reemplazado por un moderno reloj en 1999.
Otro monumento que merece la pena visitar en Victoria es el Bicentenario. Ubicado en una rotonda entre las calles 5 de junio y la avenida de Liberación, cuenta con una geometría tan curiosa que siempre sorprende a quien lo visita. Erigido en el año 1978 para conmemorar el 200 aniversario de la cuidad de Victoria, fue creado por un artista italiano que residía en Seychelles. Las tres alas representan el origen étnico de los ciudadanos de Seychelles, mezcla de tres continentes: África, Europa y Asia, además de hacer alusión a los primeros descubridores de las islas.
Localizado a tan solo 15 minutos en coche de Victoria, al sureste de Mahé, encaramado a las alturas de Anse Royale, a los pies del monte Gratte-Fesse, encontrarás el Jardin du Roi, un paraíso botánico de más de 100 hectáreas que todavía hoy mantiene la tradición colonial francesa del cultivo de plantas medicinales y especias como la vainilla, la nuez moscada, el clavo o la canela. También cuenta con orquídeas, árboles frutales y especias poco comunes importadas de India e Indonesia.
En resumen, un jardín del Edén que refleja la riqueza de un archipiélago decididamente mimado por la madre Naturaleza.
Este exótico vergel, donde también crecen bosques de bambú y una amplia diversidad floral, cuenta también con un exquisito restaurante donde podrás degustar lo mejor de la cocina criolla elaborada con frutas y especias de la propia plantación. Sus especialidades son el atún con chutney de mango o la dorada al azafrán (Anse Royale).
Además, también encontrarás un museo, ubicado en lo que fue la residencia de los patronos de la plantación durante el siglo XVIII, y una tienda de recuerdos, donde podrás comprar especias en todas sus formas y objetos elaborados por artesanos locales.
UN POCO DE HISTORIA
Este frondoso vergel es una copia del jardín plantado por Pierre Poivre que fue administrador de la Île de France (la isla Mauricio) y de la Île de Bourbon (la isla de Reunión) en el siglo XVIII, en los inicios de la introducción de las plantas de especias en las Seychelles.
Micheline George, la actual propietaria del jardín del rey, afirma ser descendiente de Luis XVII, hijo de Luis XVI, que emigró a Seychelles para escapar de la Revolución. De ahí el nombre de "Jardín Du Roi" que recibe la plantación. Micheline, con la ayuda de su marido y con nostalgia de la época colonial, ha devuelto la vida a esta hermosa finca de antaño.
Durante tu paseo por este edén de la naturaleza podrás ver un popurrí de aguacates, cacaos, pimenteros, cafetos, naranjos, datileras, algodoneros y hasta los famosos cocoteros de mar, endémicos de Seychelles. Y entre sus frutas destacan los dátiles, papayas, guayabas, pomelos, mangos, pomarrosas, limones y carambolas, guanábanas.
En la carretera de Sans Souci, justo antes de llegar a Port Glaud, encontrarás la famosa Fábrica de Té que mantiene su actividad, ininterrumpidamente, desde el siglo XIX, con grandes plantaciones que se divisan alrededor del edificio sede, en la que se produce té naranja, menta y vainilla, además del popular citronelle, la infusión más típica de estas islas.
Además de esta vertiente, existe también otra de carácter museológico, ya que la fábrica sigue utilizando las máquinas del siglo XIX y principios del siglo XX.
Durante la visita guiada, se recorre la fábrica y las plantaciones donde se elabora esta bebida, un legado del dominio británico durante el siglo XIX. Tras la visita podrás saborear el que más te gusta, además de comprar algunos de los tés que se ofrecen.
Posteriormente, tras conocer todos los secretos de la producción de este líquido, te aconsejamos acercarte a las cataratas de Port Glaud, un lugar recóndito sólo alcanzable tras unos veinte minutos de marcha.
La conocida como carretera Sans Soucis, desde Victoria a Port Glaud, es la más agreste y salvaje al cruzar el macizo montañoso. Permite tomar contacto con un Seychelles insólito, desconocido por casi todos los viajeros que recalan en estas islas. En el camino se descubre Bel Air, un antiguo cementerio donde se dice que hay varios piratas enterrados. Más allá está Bagatelle, una vieja mansión convertida en restaurante de lujo y rodeada de un jardín donde no falta algún ejemplar del famoso coco de mer además de otras especies autóctonas. Muy cerca de allí salen los dos senderos más populares de la isla: Trois Frères Mountain Trail y Copolia Walk.
Las islas Seychelles gozan de un clima privilegiado, aguas cálidas y prístinas y son, entre otras cosas, un destino top para los amantes del golf. Cuentan con dos campos de golf; uno de 9 hoyos, en Mahe, y otro de 18, localizándose este último en la bellísima isla de Praslin.
La belleza de su entorno inspiró a los diseñadores del campo, Rodney Wright y Marc Farry, quienes diseñaron este campo de golf hace 30 años en una antigua plantación de coco. En el año 2.003 dicho club de golf, llamado The Seychelles Golf Club fue galardonado con el premio Indian Ocean’s Leading Golf Resort Award de la organización World Travel Awards.
Por otro lado, destacar que este campo de golf forma parte de un santuario de vida salvado, donde no es raro observar aves migratorias de una belleza inusitada.
El club abre todo el año y cuenta con toda clase de facilidades e infraestructuras: como cafetería, restaurante, campo de tenis, piscina, etc. No es necesario reservar con antelación, excepto los jueves por la tarde y los sábados, cuando el club está reservado para competiciones. Los visitantes son más que bienvenidos e incluso podrán participar en las competiciones, siempre que presenten el certificado oficial de su club de golf de origen, con el hándicap actual.
La Unesco estableció en 1.979 que el Vallée de Mai era una Reserva Natural de primer orden a nivel internacional por no haber sufrido cambios desde su origen y por ser el hábitat de uno de los frutos más curiosos del planeta: el coco de mer. El valle está ubicado en pleno corazón de la isla de Praslin, y cubre un área de casi 20 hectáreas de bosque de palmeras, que permanece prácticamente intacto desde tiempos prehistóricos. Su ecosistema propio reinado por el coco de mar (Lodoicea maldivica o cocotero de mar), diversas variedades de palmeras y la orquídea de vainilla ofrecen el hogar a cientos de especies endémicas, como el curiosísimo loro negro de las Seychelles, mamíferos, crustáceos, culebras y reptiles.
Varios comerciantes y mercaderes de la región consideraron durante el siglo XIX que la isla de Praslin era, sin lugar a dudas, el Jardín del Edén al que la Biblia se refería. Y cuando visites la región del Vallée de Mai descubrirás porqué, ya que su belleza sorprende y sobrecoge a todos sus visitantes.
Descubrir la reserva es relativamente sencillo, ya que existen 3 rutas de senderismo principales y algunos caminos que las interconectan. La ruta más corta es de 1 Km y la más larga 2 Km, por lo que son ideales para personas con movilidad reducida y familias. A medida que uno se interna en la frondosidad de sus palmeras, el entorno se torna misterioso y legendario. Durante la excursión, el sol no será un problema, ya que las hojas inmensas de las palmeras de más de 30 metros nos protegerán de forma efectiva. Varias señales a lo largo del camino nos informaran de las distintas especies de flora y fauna que podemos encontrar.
Existen rutas guiadas a las 9:00h y a las 14:00h que, de forma gratuita, nos acompañarán durante una experiencia natural de primer nivel. Merece mucho la pena dejarse orientar, para no perderse nada. En la entrada del parque hay un centro de visitantes, con una cafetería e infraestructura básica para aparcar.
Dicen que el nombre de coco de mer responde a la leyenda ancestral de que esta palmera surgió del fondo del océano. Teorías aparte, el coco de mer es el fruto de una palmera que solamente crece en Praslin y en alguna otra isla del archipiélago, como Curieuse y Silhouette. Tarda más de veinte años en dar sus primeros frutos, que pueden llegar a pesar veinte kilos. Pero no es su tamaño lo que más llama la atención, sino su parecido con el pubis y las nalgas femeninas.
Las islas vecinas a Praslin ofrecen un abanico interminable de oportunidades para conocer la fauna local. Si eres un interesado en el avistamiento de aves, tu destino es sin duda la isla de Cousin Island. No olvides tus prismáticos porque vas a ver algunas aves que propiamente podrían llamarse del Paraíso. El toc-toc de las Seychelles, la tiñosa común, las fraterculas oscuras, los charranes rosados (uno de los símbolos de las Seychelles) y hollín, todas estas aves encuentran su paraíso en Cousin, que también es el refugio de guecos y de tortugas gigantes. Para preservar el delicado equilibrio de este patrimonio natural de excepción, las autoridades de las Seychelles limitan el acceso a la isla, accesible solo por las mañanas de lunes a viernes, a un número limitado de turistas. ¡La preservación del sitio tiene un precio!
La isla de Curieuse, sus colinas y manglares son hogar de algunas de las tortugas gigantes más impresionantes del mundo. Son seres pacíficos y magníficos que no dejan a nadie indiferente. Los guías del tour os explicarán algunos datos básicos para entender mejor a estas maravillosas criaturas prehistóricas. El único edificio de la isla es el del museo y centro de visitantes, que ocupa la antigua residencia del doctor que dirigía la isla cuando ésta acogía un lazareto para enfermos de lepra en la segunda mitad del siglo XIX.
Y si lo tuyo es la vida submarina, deberías dirigirte a St Pierre, destino prioritario para los amantes de la biodiversidad marina. St Pierre es propiamente la imagen que todos tenemos de una isla perdida y paradisiaca. Solo es accesible por barco y, en general las aguas que rodean la isla son tranquilas y turquesas. Hay multitud de excursiones de snorkeling y submarinismo que se organizan desde el pueblecito de Anse Volbert.
Cousine Island, situada a 8 km de Praslin, permite experimentar una vacaciones tropicales únicas con un grado de intimidad poco común. Puede alojar a un máximo de diez invitados a la vez con el objetivo de minimizar el impacto del ser humano sobre la isla: ¡un privilegio sagrado!
...el trayecto en barco desde la cercana Praslin apenas dura media hora y desembarca en La Passe, un pintoresco puerto con tiendas que ocupan casas de arquitectura criolla. Durante un recorrido por el interior se observan antiguas casas coloniales, senderos y alguna pequeña carretera –casi nueva porque no existían hasta hace unos pocos años– para dar paso a las bicicletas y a los carros de bueyes.
La Digue es la isla con mayor riqueza ornitológica del archipiélago, algo fácil de comprobar a lo largo de una excursión a pie o en bicicleta, en la que es posible ver el papamoscas negro, la única ave del paraíso que queda ya en las Seychelles. Entre los enclaves ineludibles de la isla conviene mencionar la Union Estate, una vieja plantación de coco y vainilla que contiene además una fábrica de copra –la pulpa de coco era una mercancía muy apreciada en el siglo XIX–, un terrario con tortugas gigantes y un cementerio donde reposan los restos de los primeros colonos franceses. A unos pasos de la mansión aún se ve el molino y el buey girando para prensar la pulpa de coco.
Las playas de la isla son la imagen de ensueño que todos tenemos en mente: arenas blancas, aguas turquesas, prístinas y poco profundas, cocoteros y sol, mucho sol. Las playas del sur, como la paradisiaca Grande Anse, ofrece aguas muy tranquilas. Sin embargo, muchas de estas playas desaparecen cuando sube la marea y entre los meses de mayo y octubre, cubren sus orillas de algas.
La alternativa son las maravillosas playas del norte, donde estos inconvenientes no existen, como Cote D´Or, que se encuentra en la costa norte del centro de la isla; Anse Lazio,situada al noroeste de la isla y considerada la playa más bonita de Praslin; y Anse Government. En la parte este de la isla encontraremos Anse La Blague, una playa de catálogo y bastante remota. Y en el oeste, la región de Lemuria ofrece diversas playas que quitan la respiración, como Anse Georgette.
De hecho, las playas de Anse Lazio y Anse Georgette escalan posiciones entre las mejores playas del mundo, colocándose siempre entre las 10 mejores.
La isla cuenta con tres núcleos rurales principales: Baie St Anne, Grand' Anse y Anse Volbert/Cote D´Or. Ninguno de estos bellos núcleos costeros es más grande que un pequeño pueblecito. Sin embargo, cuentan con puerto y son el punto perfecto para disfrutar de la gastronomía local y comprar provisiones y recuerdos. Entre estas poblaciones, la isla permanece prácticamente inhabitada, lo que ofrece la sensación de sentirse en una isla desierta.
Este bello archipiélago de 115 islas ubicado en el océano Índico, al noreste de Madagascar es considerado un paraíso tropical. Las islas conservan su belleza salvaje, bendecidas por una paleta de indescriptibles colores: aguas turquesas, exuberante vegetación, preciosas puestas de sol y espléndidas playas de arena blanca.
Un edén para los amantes de la vida salvaje que pueden ver tortugas marinas anidando en las playas, avistar cientos de pájaros tropicales o contemplas las curiosas palmeras coco de mar en su entorno natural.
Las islas ofrecen experiencias sublimes para todas las preferencias, desde las actividades acuáticas como el snorkel y el buceo, el disfrute de la naturaleza y la vida salvaje o la máxima relajación en los más exclusivos resorts.
La rana Gardiner de las Seychelles es uno de los anfibios más pequeños del mundo -cabe en una uña de la mano, como se puede ver en muchas fotos- y ha vivido aislada en la selva tropical desde que las islas se separaron del continente hace 4.765 millones de años.
A diferencia de la mayoría de las ranas, estos anfibios no tienen un oído medio con tímpano que transmita el sonido al cerebro, sin embargo, los científicos han descubierto que son capaces de croar y de escuchar a otras ranas y, lo más interesante, es su boca la que hace las funciones de oído.
Los ciudadanos españoles no necesitan tramitar un visado para viajar a Seychelles como turistas. Se obtiene una autorización a la llegada al país para una estancia máxima de tres meses.
Es necesario presentar el pasaporte en vigor con una validez mínima de seis meses, un billete de salida, reservas y detalles de contacto del alojamiento en Mauricio y, aunque no suele ser habitual, puede que se solicite demostrar que se posee fondos económicos suficientes para la estancia.
No se necesita ningún certificado de vacunación, a excepción de viajeros que provienen de una zona con riesgo de fiebre amarilla, a quienes se exige certificado de vacunación contra esta enfermedad.
Seychelles se encuentra libre de malaria.
Se recomienda contratar un seguro médico internacional que cubra los gastos ocasionados por un accidente o enfermedad inesperada y que, en caso necesario, cubra los gastos de repatriación.
Clima tropical con pocas variaciones durante el año. La temperatura ambiental se sitúan entre los 24ºC y los 32ºC.
Los vientos alisios hacen que el clima sea ligeramente más cálido y húmedo de octubre a abril y más fresco y seco de mayo a septiembre.
La diferencia horaria respecto a España es de 3 horas más en invierno y de 2 horas más en verano.
La isla de Mahé es la mejor para ir de compras, ya que concentra la mayor parte de la población.
Las pequeñas tiendas locales se especializan en artículos tradicionales como perfumes o el té de Seychelles. La más conocida es la Casa Kenwyn, situada en la capital de Victoria y ejemplo del estilo arquitectónico colonial francés.
También es muy interesante pasear por los mercados de Mahé. En el centro de Victoria se encuentra el mercado de Sir Selwyn Clarke, bullicioso y animado, especialmente los sábados. En él se venden frutas, verduras, especias y carnes y pescados frescos.
Los estudios y galerías de arte son muy habituales en las islas de Mahé y Praslin. En ellos se exhiben obras de artistas locales, algunos de ellos reconocidos internacionalmente.
La moneda oficial es la rupia de Seychelles que se divide en 100 céntimos.
Las monedas son de 1, 5, 10 y 25 céntimos y 1 y 5 rupias. Los billetes de 10, 25, 50, 100 y 500 rupias.
En casi todas partes se aceptan euros o dólares.
Las tarjetas de crédito más habituales como MasterCard y Visa se aceptan en la mayoría de establecimientos.
Es fácil entrar bancos en Mahé, Praslin y La Digue.
La corriente eléctrica es de 220 voltios. Los enchufes son iguales a los de Reino Unido, con tres patillas, por lo que es necesario el uso de un adaptador para cargar el teléfono o utilizar aparatos eléctricos.
Los idiomas oficiales son el inglés, el francés y el criollo.
Seychelles es un destino muy seguro con bajas tasas de delincuencia y elevada sensación de seguridad en todas las islas.
Se recomienda tomar las precauciones básicas, como guardar los objetos de valor en la caja fuerte del hotel.
Se puede introducir en el país un máximo de 400 cigarrillos, 2 litros de alcohol, 2 litros de vino y 200 ml de perfume. Por encima de estas cantidades, se debe declarar a la llegada.
Se necesita un certificado del vendedor para sacar del país la especie coco de mar.
Por favor, inténtalo de nuevo más tarde.
Selecciona uno de nuestros agentes y te llamará totalmente gratis. Te asesorarán y te ayudarán en todo momento.
En breves momentos #NombreAgente se pondrá en contacto contigo.
En breves momentos nuestro agente se pondrá en contacto contigo.
Lo sentimos, se ha producido un error.
Por favor, inténtalo de nuevo más tarde.
Disculpa las molestias.
Si lo prefieres, llámanos tú al teléfono:
Llamada local. Consulta con tu operador la tarifa aplicable.
Más de 2 millones de pasajeros nos confiaron sus vacaciones en 2023. ¿Los motivos?
Opiniones de los viajeros que ya han realizado este circuito
01/01/0001
Viaje impresionante
01/01/0001
Lo mejor, fué el lugar. Los hoteles no estaban a la altura de lo esperado