Escapada Ginebra con visita de la ciudad y paseo en barco

Ginebra te espera

Ha llegado el momento esperado. ¡Nos vamos a Ginebra! Una vez llegues al hotel, haz el check-in, deja las maletas y comienza a explorar libremente la ciudad. Te aconsejamos que destines el resto del día a descubrir sus calles, rincones, plazas, edificios… O que vayas a pasear por la orilla del lago Lemán mientras observas los patos y cisnes que habitan en él. Si te gusta mucho caminar, te sugerimos que llegues hasta la conocida como playa de Ginebra, una zona de césped y arena artificial a orillas del lago donde puedes darte un chapuzón. Para terminar el día te proponemos descansar las piernas mientras descubres algunos platos típicos como las fondues o las raclettes, muy habituales en casi todos los restaurantes de la ciudad. Otras comidas representativas son también la longeole, una butifarra blanca con indicación geográfica protegida de Ginebra y los platos a base de filetes de perca, que se comen en muchos restaurantes de la ciudad y son una especialidad del lago de Ginebra, ¡y es que estar ubicado al lado de un lago tiene sus ventajas. ¡Bon appetit!

Visita de la ciudad

Hoy te hemos preparado una maravillosa excursión para disfrutar de las principales atracciones de la ciudad. ¿Estás listo? Pues empezamos. Nuestra primera parada será el Palacio de las Naciones Unidas, construido entre 1929 y 1936 el lugar alberga la sede europea de la ONU y en él cada año se dan cita gran cantidad de reuniones de líderes mundiales además de exponerse gran número de obras de arte. Seguimos hacia la famosa fuente de Ginebra, Jet d’Eau, que se caracteriza por alcanzar los 140 metros de altitud. Sus orígenes se remontan al año 1886 cuando la planta hidráulica que distribuía la fuerza motriz a los artesanos y relojeros de Ginebra se vio obligada a crear una evacuación abierta del agua. El fenómeno despertó tanto entusiasmo que dio lugar al Jet d'Eau. Nuestra siguiente parada será el maravilloso Reloj de Flores o también llamado Horloge Fleurie, otro de los símbolos más representativos de Ginebra. Se usan alrededor de 6500 plantas para la esfera que va cambiando según las estaciones del año. Este reloj tan original se creó en 1955 en honor a los relojeros de la ciudad. A continuación, nuestra visita seguirá con un paseo en tranvía y con la visita a pie por la parte antigua de la ciudad. El casco antiguo está construido sobre una colina delimitada por el distrito de Rues-Basses en el lado del lago y Plainpalais en el opuesto y en él se encuentran los principales edificios administrativos de la ciudad y los museos. Por último, realizaremos un crucero por el lago Lemán durante el cual descubriremos otros lugares importantes y verás la ciudad desde otro punto de vista. ¡Y hasta aquí tu segundo día en Ginebra! ¿Qué te ha parecido?

Algunos lugares imprescindibles

Empieza tu tercer día de escapada y si te parece, vamos a darte algunas sugerencias de visitas para el día de hoy: el barrio de Carouge, también conocido como el barrio italiano, un lugar bohemio, antiguamente fue una ciudad independiente de Ginebra que pertenecía a la casa de los duques de Saboya y quienes contrataron a los mejores arquitectos italianos para construir una ciudad mediterránea al estilo de Niza. Actualmente sus animadas calles llenas de rincones con encanto, sus pequeños restaurantes, cafés, tiendas de moda, estudios de arte… lo convierten en un barrio perfecto para pasear. El Parc des Bations, situado en el centro histórico de la ciudad, destaca el Muro de la Reforma o de los Reformadores, que se construyó a principios del siglo XX en honor a los hombres que ayudaron a crear y difundir la Reforma y el protestantismo como Calvino, John Knox, Farel y Teodoro de Beza. Es además un buen lugar para pasear tranquilamente, hacer un picnic o hacer una partida con sus enormes piezas de ajedrez. El barrio de Pâquis, al otro lado del lago respecto al centro histórico, es la primera zona donde se establecieron los muchos inmigrantes llegados a la ciudad. Encontrarás restaurantes étnicos, bares, hoteles… y los famosos Bains des Pâquis, donde todos los ginebrinos parecen reunirse aquí, en verano a darse un chapuzón en el lago y en invierno a por una sauna y unas fondues de queso. El barrio del arte contemporáneo, Quartier des Bains, donde se ubican todas las galerías de arte más importantes y el Museo de arte moderno y contemporáneo. ¡Opciones no te faltan en tu tercer día de escapada!

Un último paseo

Y llegó el día de salida, aunque dependiendo de la hora de tu vuelo de regreso, si todavía te quedan unas horas ¡aprovéchalas! Si lo que quieres es ir de shopping y hacerte con algún recuerdo para traer de regreso a casa, aquí te damos algunas ideas: en las tiendas cerca del lago Lemán puedes encontrar los típicos souvenirs como imanes, tazas, camisetas… ; si lo que buscas son navajas suizas o artículos con la bandera de Suiza no puedes dejar de visitar la tienda Alptitude; si te gusta la moda vintage deberás recorrer la Rue des Pâquis ya que allí se ubican tiendas muy atractivas; los amantes de los relojes saben que Ginebra es el líder mundial tanto en fabricación como en ventas y podrán comprar cualquier reloj de firmas suizas o internacionales en la elegante Rue de Rhône y sus alrededores; otro capricho exquisito son los chocolates y son muchas las tiendas donde poder descubrirlos: Du Rhône Chocolatier, Sprüngli Bongénie Grieder Geneva o Auer Chocolatier… y, por último, si eres un turófilo te recomendamos que visites estas tiendas: la Fromagerie de Genève y Au Gruyère. También puedes dedicar tu último día de escapada a visitar algún museo, por ejemplo, el Museo Patek Philippe, que transporta al visitante a lo largo de cinco siglos de arte relojero; la Maison Tavel, la residencia privada de la familia más antigua de Ginebra; el Museo Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna, el museo ofrece un recorrido interactivo que repasa las actuaciones más destacadas de la organización o el Museo de Historia de las Ciencias.

Y si te ha quedado pendiente algún lugar de los que son imprescindibles, ¡date prisa, aún tienes tiempo!

Después de cuatro días de escapada por Ginebra ha llegado el momento de decirle adiós, aunque quizás es mejor un hasta pronto.