Reims

Coronaciones y Champagne

Reims es una urbe fascinante. Escenario de la consagración de los monarcas de Francia durante el Antiguo Régimen y hogar de refinadas Maisons de Champagne, cuenta con un valioso patrimonio monumental que habla de su gloriosa historia y de un prestigioso universo que gira en torno al vino. Reims compagina tradiciones centenarias con una faceta moderna y dinámica y una agenda de ocio y diversión sorprendentes. Su encantador centro histórico aparece salpicado de fachadas art decó, tranquilas calles y encantadoras terrazas y cafés, ideales para hacer un alto en cualquier visita a la ciudad. Por su parte, el Mercado de Boulingrin llena la ciudad de bullicio y colorido durante los tres días a la semana en los que se celebra (miércoles, viernes y sábados), mientras que tras la caída del sol plazas como la Drouet d'Erlon, du Forum, Les Halles du Boulingrin y la place du Cardinal Luçon, repletas de bares y restaurantes, se convierten en animados centros sociales donde cenar y tomar una copa. Aprovecha para paladear la famosa galleta rosa de Reims, todo un emblema de la ciudad que suele degustarse con una copa de champagne.

 

Entre sus atractivos turísticos imprescindibles se encuentran la Catedral de Reims, el Palacio del Tau y la antigua Basílica de Saint-Remi, todos ellos reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1991. A esta privilegiada lista se añade la Colina Saint-Nicaise con su "catedral subterránea", catalogada también Patrimonio de la Humanidad en el año 2015, antiguas canteras de piedra caliza explotadas en el Medievo y reconvertidas en históricas bodegas de champagne. Los subterráneos, protegidos de la luz y a una temperatura constante de 10°, mantienen la producción de seis grandes casas de champagne como Veuve-Clicquot, Taittinger o Vranken-Pommery. Sobre este entramado subterráneo también hay vida, como por ejemplo los restos de la antigua muralla medieval, la iglesia Saint-Nicaise, la ciudad jardín de Chemin-Vert y el Parc de Champagne, un enorme parque público perfecto para disfrutar de las vistas.

No te puedes perder…

sus principales atractivos

No te pierdas

- La Catedral de Notre-Dame de Reims. Ubicada en el corazón de la ciudad, la Catedral de Notre-Dame de Reims es una joya arquitectónica de estilo gótico construida en el siglo XIII y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991. Sus majestuosas fachadas constituyen espléndidos frescos en piedra de escenas bíblicas, bestiarios y gárgolas gracias a sus 2.303 estatuas, entre las que se incluye una magnífica galería de reyes. Y es que Notre-Dame de Reims fue el lugar de consagración de los monarcas de Francia durante el Antiguo Régimen y hasta el año 1825. Si el exterior es una auténtica delicia para los ojos, el interior recibe al visitante con unos maravillosos vitrales que bañan la Catedral con una luz única. Podrás admirar desde la cristalera más tradicional del rosetón de la fachada principal hasta las más contemporáneas con las obras de Marc Chagall e Imi Knoebel.

 

- El Palacio de Tau. Este antiguo palacio arzobispal, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991, fue levantado sobre los cimientos de una villa galorromana entre los siglos VI y VII. Llamado Palacio de Tau pues su planta recuerda a una letra "T" (tau, en el alfabeto griego), sería profundamente reformado en estilo gótico entre los años 1498 y 1509, y posteriormente modificado hasta su actual apariencia barroca entre 1671 y 1710. Durante siglos fue el hogar del arzobispo de Reims y lugar de residencia de los reyes de Francia con ocasión de sus ceremonias de coronación en la cercana Catedral de Notre-Dame. De hecho, el monarca se vestía para la ocasión en el propio Palacio de Tau, para regresar posteriormente y presidir el banquete real en “La salle du Tau” (sala del Tau). Alberga desde 1972 el “Musée de l'Oeuvre”, donde se exponen las estatuas originales, las tapicerías y el tesoro de la de la Catedral de Notre-Dame, que incluye relicarios y objetos de culto como el talismán de Carlomagno, una joya en oro, esmeralda, perlas y zafiros que protege un fragmento de la verdadera Cruz de Cristo.

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