El Paseo del Espolón es uno de los lugares más emblemáticos de Burgos y, dada su belleza y peculiaridad, merece ser visitado sin ninguna prisa. Construido en el siglo XVIII para evitar las inundaciones del río Arlanzón, conecta el Teatro Principal con el Arco de Santa María y cabe destacar que es uno de los lugares más visitados por los locales.

Muchos lo consideran un auténtico jardín botánico, pues aquí conviven diferentes especies de árboles como álamos, castaños, tilos y sauces. Sin embargo, lo que más llaman la atención son los “plátanos de sobra”, cuyas ramas conforman figuras abovedadas. Eso sí, durante tu paseo es posible que te sientas vigilado por las estatuas de cuatro reyes, que, en un principio, fueron diseñadas para decorar los muros del Palacio Real de Madrid.

Como curiosidad te diremos que este precioso paseo no siempre fue peatonal, ya que en el momento de su construcción lo atravesaba la carretera que unía Madrid con Bayona, por donde pasaban las diligencias de la época. Junto al mismo, en la orilla izquierda del río Arlanzón, discurre el parque del Espoloncillo, que luce más bonito que nunca cuando la ciudad se cubre de nieve en la estación invernal.

Burgos también dispone de numerosos espacios verdes que conforman el pulmón de la ciudad, donde dar paseos agradables, descansar y practicar deporte. Muchos de ellos se encuentran a orillas del río Arlanzón, como el Paseo de la Isla, todo un jardín botánico de estilo romántico con una gran variedad de plantas. En él puedes encontrar monumentos como los Arcos de Castilfalé, la fuente del claustro del Monasterio de San Pedro de Arlanza y la pila bautismal de la desaparecida iglesia de San Martín.

En el camino de la Cartuja de Miraflores, el Paseo de la Quinta es un territorio boscoso ideal para caminar, sobre todo durante el otoño, cuando los colores amarillos, naranjas y marrones tiñen sus árboles dando lugar a una auténtica postal. Los más entendidos reconocerán a simple vista diferentes especies como pinos, encinas, sauces, olmos, chopos…

Muy cerca del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas se sitúa el Parque de El Parral, donde se suelen celebrar algunas de las fiestas más tradicionales de la ciudad: la Romería del Parral en el Día del Curpillos. Por sus más de 11 hectáreas discurren caminos y veredas con mucho encanto rodeados de árboles centenarios.

La ciudad de Burgos sorprende por la extensión de espacios naturales que dispone en su trazado urbano y por un gran anillo verde que la rodea.

Tiene una visión de ciudad sostenible a largo plazo; en la que su cinturón verde tiene una especial trascendencia estructural, al tratarse además de un patrimonio natural de los más importantes de una ciudad europea. Este singular corredor biológico, protege el entorno natural, mejora la calidad del aire y desarrolla la vegetación para abrirla al esparcimiento y el ocio. Desde esa fecha, el Ayuntamiento de la capital, titular y gestor de la mayor parte de las masas forestales del cinturón, decidió planificar y organizar a lo largo de los próximos quince años toda esta cadena de parques, a través del denominado Plan General del Cinturón Verde. 

Si el visitante lo desea existen 13 itinerarios señalizados donde disfrutar de un relajado paseo a poca distancia de la urbe.

El Salto del Nervión es el salto de agua que más altura presenta de toda la Península Ibérica, llegando a rozar los 300 metros. Para llegar hasta allí, existe una ruta señalizada de dificultad baja que parte de Fuente Santiago, en Burgos. La misma discurre por un sendero de dos kilómetros que atraviesa un hayedo (unos 20 minutos a pie) y que desemboca por fin en el Salto del Nervión. La vista de la cascada desde el mirador al que se accede resulta espectacular, y además también permite disfrutar de una excelente panorámica del Valle del Délica. Otra alternativa es hacer el trayecto en bicicleta. Apto para todas las edades.

La Cueva Palomera es con más de 100 kilómetros de recorrido subterráneo la cavidad más grande de España y una de las más grandes de mundo. Y no es de extrañar, ya que está localizada en el centro del Monumento Natural Ojo Guareña, al norte de la provincia de Burgos, el complejo kárstico más extenso en cuevas de la Península Ibérica, y uno de los diez mayores del mundo. La Cueva Palomera transporta al visitante a otro mundo, a un paisaje único donde impresionantes estalactitas y estalagmitas crean conjuntos de auténtica belleza. Además, es el lugar ideal para llevar a término actividades de aventura y espeleología de diferentes niveles de dificultad, o simplemente para disfrutar en la visita guiada de una auténtica obra maestra de la naturaleza.

Ubicación: Cuevas de Ojo Guareña. Cueva de Sotoscueva. Merindad de Sotoscueva (Burgos)
Reservas: 947138755 / 645490288

Es uno de los principales destinos nacionales en lo que a enoturismo se refiere. En sus privilegiadas tierras se elaboran algunos de los caldos más exquisitos de nuestro país y cuenta entre sus credenciales con un buen número de Denominaciones de Origen que dan fe de calidad de sus vinos. Porque  es la cuna de los vinos de Ribera del Duero, una de las denominaciones vinícolas más relevantes de Europa, pero también de los Rueda vallisoletanos, sin duda al alza en el mercado de blancos, de los caldos de El Bierzo, de Ciagales o de la Tierra de Castilla.

Por ello, cuentan con interesantes catas, rutas y aulas vinícolas donde el visitante podrá mejorar sus conocimientos enológicos, así como de visitas a bodegas para conocer in situ la elaboración de los excelentes vinos de la tierra, algunos de ellos famosos en el mundo entero.

A nivel gastronómico, como todo el mundo sabe, Burgos es sinónimo de morcilla y queso. Sin embargo, sus posibilidades van mucho más allá de estos productos. Tradición e innovación contrastan y conviven a la perfección en los diferentes bares y restaurantes de la ciudad.

Desde 2015, es Ciudad Creativa de la Gastronomía de la UNESCO, debido a sus estudios, proyectos y recetarios que ayudan a comprender cómo la alimentación ha marcado la evolución humana. Esto, sumado a su designación como Capital Española de la Gastronomía en 2013, demuestran el gran valor de la gastronomía burgalense.

Sus recetas, tanto populares, como de autor y mezcla de ambas, se basan en productos autóctonos de gran calidad, gracias a su diversidad ecológica compuesta por hortalizas, legumbres, frutas, carnes, lácteos, pescados y setas, entre otros. Platos como el lechazo asado, la morcilla frita con pimientos, la olla podrida y postre del abuelo no pueden faltar en el recetario de todo espacio hostelero y de casas particulares, ya sigan las instrucciones tradicionales o las más vanguardistas.

Todos ellos se complementan de manera envidiable con los vinos de la tierra, como el chacolí burebano, el del Valle de Mena, el de Arlanza y Ribera del Duero.

La morcilla de Burgos es sin duda el plato más conocido. Es un embutido elaborado a base de sangre de cerdo y arroz, añadiéndose cebolla, manteca de cerdo, sal, pimienta, pimentón, orégano, y otras especias.

Otra de las recetas típicas de la gastronomía burgalesa es el queso de Burgos, también conocido como requesón. Blanco, blando y acuoso, elaborado con leche de vaca o mezcla de vaca y oveja, se obtiene esa textura única gracias a la climatología reinante en la zona.

Y por supuesto, el lechazo (cordero aún sin destetar) asado al estilo castellano, que en muchas ventas, tabernas y restaurante es ofrecido en un típico menú turístico. Tampoco faltan excelentes caldos tanto de la Denominación de Origen Ribera del Duero, como de la Denominación de Origen Ribera de Arlanza, establecida en 2005, o el cava que se elabora en Aranda de Duero. Todo un lujo para el paladar neófito y el selecto.

Una de las joyas arquitectónicas por excelencia de la provincia de Burgos, el Monasterio de Santo Domingo de Silos, esconde en su interior una de las obras cumbres del románico: un espectacular claustro único en Europa donde destacan la decoración escultórica de sus capiteles, al inspirarse en animales y plantas, y los ocho relieves de temática bíblica que aparecen en los machones. Del magnífico conjunto arquitectónico, que comenzara a construirse en siglo XII en honor al Abad Domingo, también destaca la iglesia, que erigida sobre un templo mozárabe del siglo X fue reformada en el siglo XVIII siguiendo patrones de corte neoclásico, así como la Puerta de las Vírgenes, que comunica precisamente el claustro con la iglesia. El monasterio alberga asimismo un museo, que guarda una importante colección de obras de arte relacionadas con el propio templo, y una hospedería.

Dirección: C/ Santo Domingo, S/N. Santo Domingo de Silos.
Teléfono: 947 390 068 / 947 390 049
Horario: De martes a sábado de 10:00 a 13:00 horas y de 16:30 a 18:00 horas.
Domingos y festivos de 16:30 a 18:00 horas. Lunes cerrado.
Precio: General 3,50€. Grupos organizados de más de 20 personas y estudiantes: 2€. (Los domingos no hay tarifa reducida de grupo).

Presidida por el Ayuntamiento, la Plaza Mayor es una joya burgalesa que puede presumir de ser el centro neurálgico de la ciudad y lugar de encuentro de locales y visitantes, ya que es el punto de partida de siete calles que se dirigen a diferentes puntos.

Llena de historia, ya fue centro de la actividad comercial de Burgos desde el reinado de Fernando el Católico y Carlos I, no fue hasta finales del siglo XVIII cuando se comenzó la construcción de la estructura que encontramos a día de hoy, de la que se conservan la mayor parte de los coloridos edificios y de sus llamativos soportales. Su impresionante belleza de estilo gótico te dejará sin palabras.

Haga sol, viento o llueva, no puedes dejar de pasear entre ellos y parar a disfrutar de sus múltiples tiendas, restaurantes y cafeterías. Caminando con tranquilidad podrás observar las torres de la catedral “rozando” con sus agujas el suave cielo y sentarte en sus bancos para tomarte un respiro. En sus tiendas, encontrarás todo tipo de productos típicos de la ciudad, ya sean de decoración o de alimentación, perfectos para llevar como recuerdo del viaje.

A lo largo del año, la ciudad de Burgos acoge una intensa programación de actividades culturales para todos los gustos y para todas las edades. Todos ellos tienen lugar tanto en espacios al aire libre –parques, calles…– , como en centros culturales, teatros, el Castillo, museos, monasterios, iglesias…

Espectáculos de teatro, de circo, de danza, de música… Muestras de cine, ferias gastronómicas, festivales, conciertos de la Orquesta Sinfónica, concursos de talento, exposiciones fotográficas, charlas divulgativas, títeres, cuentacuentos… Todas las posibilidades culturales tienen cabida en Burgos, por lo que, vayas cuando vayas a este destino, te encontrarás con una cita ineludible, ya viajes en familia, con amigos o en pareja.

Bien merecen mención las fiestas que celebra durante todo el calendario anual, con especial hincapié en las de San Antón, San José, San Lesmes, Carnaval, Las Marzas, Semana Santa, la Romería de la Virgen Blanca, Curpillos, San Pedro y San Pablo. En cada una de ellas descubrirás algo típico de Burgos que no te dejará indiferente y que te ayudará a comprender aún más la vida de sus hospitalarias gentes.

Antes de viajar, te recomendamos consultar la programación actual para planificar tu actividad con tiempo.