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Si decides viajar a Sopron, no te limites a visitar solo la ciudad. A tiro de piedra de la ciudad, se encuentra, por ejemplo, el parque nacional de Fertő-Hanság y el impresionante lago Fertő. Después de recorrer el parque nacional, el parque de aventuras de los cerros Lővér y el sendero educativo de la bruja brindarán un programa que encantará a los más pequeños, mientras que los más grandes podrán degustar los néctares deliciosos en las famosas bodegas de la región, e incluso visitar un teatro de bodega. La ciclorruta que rodea el lago Fertő y las oportunidades de excursiones en piragua y kayak le ayudarán a regenerarse.
¡Descubra los palacios de la región!
El viajero romántico no debe perderse una excursión al palacio Esterházy de Fertőd, conocido como el «Versalles húngaro», ni tampoco la visita a Nagycenk, donde podrá admirar el palacio de los Széchenyi de estilo clasicista.
¡Son un tesoro en cualquier época del año!
El balneario monumental más famoso es el Gellért, que abrió sus puertas a principios del siglo XX en Buda. El Balneario Széchenyi es uno de los complejos balnearios más grandes de Europa, sus aguas termales emanan de la segunda fuente más profunda de Budapest.
El Balneario Rudas es un baño turco conservado desde la época del dominio turco en Budapest. La piscina de la azotea del ático es espectacular, ¡no dejes de visitarla!
El Balneario del Lago Hévíz es el lago de agua termal curativa más grande de Europa y espera al visitante con sus preciosos lirios acuáticos todo el año.
En el balneario rupestre de Miskolctapolca, podrá disfrutar de una piscina natural cubierta bañándose en las aguas termales procedentes de lo más profundo del monte y respirando el aire puro.
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"El Versalles húngaro"
El aristocrático palacio Esterházy, diseñado por Miklós Esterházy, ganó su forma actual en la segunda mitad del siglo XVIII, después de casi 20 años de trabajo. El complejo barroco se considera una digna contraparte del Palacio de Schönbrunn en Viena y el Palacio de Versalles en París, de ahí que sea conocido como "el Versalles húngaro".
Su apogeo duró desde 1768 hasta 1790, cuando era considerado uno de los principales centros culturales de Hungría. El enorme edificio cuenta con 126 habitaciones amuebladas y decoradas en estilo rococó. El centro del palacio es el salón de ceremonias y la sala de música de la planta superior, cuyas grandiosas paredes están divididas por semipilares de estilo iónico. El comedor de verano, ubicado debajo del salón de ceremonias, conecta el jardín barroco con el edificio que en ambos lados alberga las salas de recepción.
En la planta baja, junto a la suite del príncipe y la princesa, se encontraba la biblioteca y, en el ala este, la famosa galería Esterházy, que contaba con más de 300 pinturas.
El Castillo de Eger, que detuvo la temible maquinaria militar otomana en la Edad Media, le invita a un viaje en el tiempo. Fue un bastión tan defensivo como la Gran Muralla en la Batalla de los Tronos, y la lucha tan feroz como en la Batalla de Aguasnegras. ¿No lo cree? ¡Venga y compruébelo por sí mismo!
El castillo de Eger, que detuvo el avance de la temible maquinaria militar otomana hacia Europa en la Edad Media, le invita a un viaje en el tiempo. Fue un bastión de Europa tan defensivo como la Gran Muralla en la Batalla de los Tronos, y la lucha tan feroz como en la Batalla de Aguasnegras. Se podría decir que esta fue la “batalla de Stalingrado” de su época, donde los turcos retrocedieron por primera vez, y 50 años después de la caída del castillo, la frontera del Imperio Otomano y la Europa cristiana estuvo aquí durante 100 años. En el enfrentamiento estaba en juego proteger a la Europa católica y protestante de la conquista musulmana encabezada por Suleiman I. Es decir, la guerra era, por un lado, por los bienes económicos y, por el otro, por la afiliación religiosa. El capitán István Dobó, más tarde conocido como el “Hércules del cristianismo”, incendió la ciudad de Eger que rodeaba el castillo para que el ejército que se acercaba no encontrara ninguna defensa. Por eso, la población circundante se retiró al castillo. El suministro de alimentos acumulado fue suficiente durante medio año.
Regreso a la Edad Media Eche un vistazo a una de las ciudadelas más bellamente ubicadas de Hungría, tan espectacular como el famoso castillo bávaro neogótico de Neuschwanstein, solo que este castillo que se erige sobre un cono volcánico fue construido a principios del siglo XIII, 650 años antes que su hermano bávaro.
En el Castillo Füzér podrá conocer la historia de la fortaleza con la ayuda de animadores profesionales. Füzér se encuentra en uno de los puntos más al norte de Hungría, en la parte más oriental de la Cordillera de Zemplén. A la localidad se accede por dos rutas principales: por la carretera 37 en dirección Szerencs-Sárospatak-Sátoraljaújhely, o por la carretera principal 3 desde Hidasnémeti-Gönc-Telkibánya. La carretera pasa junto a la famosa región vinícola de Tokaj, donde podrá relajarse en las bodegas. Estando aquí, no deje de ir al Centro de Visitantes del Parque Natural Nagy-Milic, la Casa Folclórica Rural y el edificio de la Guardia del Castillo. En las plataformas interactivas aquí disponibles, quienes no puede visitar el castillo o difícilmente pueden recorrerlo también podrán dar un paseo virtual por los principales lugares de interés de la región.
Pero si puede, asegúrese de visitarlo porque, desde cerca, las dimensiones y proporciones del castillo tienen un efecto completamente diferente y la experiencia del crujido de las vigas bajo sus pies es incomparable con cualquier solución virtual. Aquí podrá descubrir quiénes eran los propietarios del castillo y su forma de vida en la Edad Media. El nombre del castillo apareció por primera vez en un documento fechado en 1264 y, según un documento posterior de 1270, el propietario del castillo en la primera mitad del siglo XIII era un cierto “maestro Andrónico ciego” de la comunidad Kompolt, donde fue comprado por el rey Andrés.
Aire puro, bosques hasta donde alcanza la vista. ¿Habría pensado que esta zona fuera antaño alojamiento y coto de caza reales? Si siempre le ha interesado la vida de la nobleza y le habría gustado conocer su vida cotidiana, no encontrará un destino mejor que este. La construcción del palacio barroco más grande de Hungría fue iniciada en 1735 por el Conde Antal Grassalkovich I, confidente de María Teresa. En 1745, se completó la primera ala en forma de U que encierra el patio interior, con el salón de ceremonias y las suites reales. Posteriormente, se agregaron dos nuevas alas al edificio: en el sur se ubicaron el granero y el desván de heno, y en el ala norte, la iglesia católica romana, que aún hoy día recibe a sus fieles. Años después, el hijo del conde también instaló un teatro barroco en el interior del edificio, que en aquel entonces funcionaba solo con espectáculos temporales de compañías alemanas que actuaban en Buda, Pest y Győr. Este fue el primer teatro de mampostería provisto de bastidores de Hungría, que aún se conserva en nuestros días. La construcción de la última ala del lado norte, el nuevo invernadero de naranjos y la transformación del jardín francés en un jardín paisajístico son obras de Antal Grassalkovich III.
Tras la extinción de la familia, el palacio tuvo varios propietarios, hasta que en 1867 el Estado húngaro lo compró y, luego de restaurarlo, lo obsequió como regalo de coronación a Francisco José I y la Reina Isabel. Más tarde, se convirtió en lugar de descanso rural favorito de la pareja. Para complacer a Sisi, antes de su llegada, los jardineros del palacio siempre plantaban sus flores favoritas en el pequeño jardín delantero frente a su suite: violetas y pensamientos. Pero esa no es la única razón por la que a Isabel le encantaba el palacio. Durante sus visitas, ella reunía a su alrededor a la flor y nata de la aristocracia, organizaba carreras de caballos, cacerías y, si quería relajarse, leía en su suite o paseaba por el jardín del palacio.
«Nuestra cocina, nuestros platos, al igual que nuestra música y lengua, contrastan con los de los pueblos occidentales. Al mismo tiempo, dichas comparaciones ciertamente no son desfavorables para Hungría. Saber todo esto no es meramente interesante, sino también útil.» (Károly Gundel)
Las palabras de Károly Gundel, el renombrado gastrónomo y escritor húngaro de inicios del siglo XX, son más relevantes hoy que nunca. En los últimos años, hemos podido observar el regreso gradual de la cocina húngara a sus raíces. El cultivo de dichas raíces en el mundo del siglo XXI genera entusiasmo y nuevos retos, por lo que la cocina húngara contemporánea resulta cada vez más interesante.
Un creciente número de personas bien educadas y que han visto mucho mundo, tanto principiantes como a mitad de carrera, eligen profesiones hosteleras y conexas: desde la ganadería y la vinicultura hasta la producción de alimentos artesanales. Cada vez son más los que vuelven a sus raíces, aumentando así el número de expertos húngaros. Dichos expertos han reavivado olvidadas variedades de vid de la cuenca de los Cárpatos y han salvado razas animales y variedades vegetales húngaras que habían desaparecido hace siglos. Ahora, ellos ocupan un puesto importante en la alta gastronomía. Uno de los logros más significantes de estos esfuerzos es el redescubrimiento del internacionalmente renombrado cerdo mangalica. Otro es el nuevo reconocimiento de plantas y vegetales tristemente ignorados, tales como el trigo sarraceno, tradicionalmente cultivado en Hungría, o la alcachofa de Jerusalén.
El comercio menorista y la hostelería muestran una creciente demanda por alimentos artesanales elaborados por pequeños productores, en vez de los productos del mercado masivo. Salchichas selectas y tocino de ahumaderos húngaros, quesos de larga curación o pálinka (aguardiente natural fermentado de frutas). Esta última bebida no fue debidamente reconocida durante años hasta tiempos recientes. Esto muestra que los métodos de producción de alimentos y bebidas que se remontan a siglos no se han olvidado por completo. A partir de ahora, los productos elaborados de esta manera podrán ocupar un puesto importante en el mercado húngaro e internacional.
Entre los entremeses, destaca el imponente hígado de ganso. Después de Francia, Hungría es el segundo más importante país productor de hígado de ganso. En la mayoría de los restaurantes, aparece en el menú, pero un cremoso paté de hígado de ganso también es una elección perfecta para regalo. La amplia gama de sopas incluye la contundente sopa gulash elaborada de carne de vacuno y verduras, la sopa de pescado de carpa, siluro o lucioperca, los caldos de pollo y de habas, o la sopa de frutas preparada de frutas de temporada de verano.
En cuanto a los platos principales, los húngaros están orgullosos de sus guisos y estofados, que incluyen carne de vacuno o pollo y se cocinan a fuego lento. Las hojas de chucrut rellenas de carne picada, la famosa col rellena, son populares durante los meses fríos de otoño o invierno, mientras que el lecho, que es la versión húngara del pisto, se consume en verano. Las matanzas de cerdo son una especie de reunión ritual de amigos que dan como resultado deliciosos chorizos, tocino, chicharrones y queso de cerdo para la mesa. Los guisos o potajes de verduras tradicionales se elaboran a base de lentejas, patatas, guisantes, habas, col o calabaza y se acompañan con huevos o chorizo en rodajas.
La pasta favorita de los húngaros es la túrós csusza, que, aparte de las pequeñas láminas de pasta y el requesón, se enriquece con tocino frito. En las patatas al horno se incluyen huevos y chorizo, mientras que en las patatas a la paprika se agregan pimentón, patatas y chorizo. A los húngaros les encanta mejorar casi todos los platos con un poco de crema agria.
También se destacan en el campo de los dulces. Las crepes de Gundel son unas crepes sustanciosas, rellenas con una masa de nuez y ron y que se cubren con una salsa de chocolate. Los ñoquis de Somló son un postre de pasas y ron con sabor a vainilla servido con salsa de chocolate, mientras que las albóndigas de requesón se preparan de requesón dulce con una salsa dulce de crema agria. Las clásicas tartas Dobos y Esterházy destacan entre los pasteles más icónicos, pero son inventos húngaros también el pastel zserbó, de nueces y mermelada de albaricoque, y el pastel de requesón Rákóczi, hecho de mermelada de albaricoque y requesón.
En cuanto a la comida callejera, el lángos de sabor salado es una masa frita en aceite que se consume con crema agria, ajo y queso rallado; el bollo de chimenea es un dulce envuelto en azúcar, vainilla, cacao o nueces, y los hojaldres se rellenan con guindas, manzana y semillas de amapola, entre otros.
La cultura vinícola de Hungría se caracteriza por su variedad, originalidad y singularidad. El país cuenta con 6 regiones vitivinícolas divididas en 22 subregiones, cuyos diversos estilos de vino cuentan numerosas historias personificadas y expresadas de forma auténtica por los propios expertos vinícolas.
Entre esas regiones destaca la Región de Panonia, Tokaj y la Alta Hungría
En Hungría, año tras año se amplía la gama de eventos gastronómicos y de festivales del vino que atraen al turista de paladar fino a todas partes del país. Por lo general, los programas se organizan en torno a platos tradicionales húngaros o están dedicados a la degustación del vino, la cerveza o pálinka.
Algunos ejemplos son el Festival Debrecziner Gourmet del Chorizo Debrecziner celebrado en la ciudad de Debrecen, en el este de Hungría; el Festival del Chorizo de Csaba, el Festival Internacional del Pescado de Tisza de Szeged, que se centra en el pescado y la sopa de pescado de Szeged; el Festival del Vino de Szeged, donde se pueden degustar vinos de todas las regiones de Hungría; el Festival del Ajo de Oso de Orfű, dedicado a esta deliciosa hierba y los diferentes platos elaborados con ella; las Semanas del Vino de Balatonfüred, que ofrecen la flor y nata de la zona vinícola de Balatonfüred-Csopak, así como el Festival de la Carpa de Sable de Tihany, el Festival del Lucioperca de Szigliget y las Jornadas del Vino de Győr.
En general, estos eventos ofrecen una oportunidad para relajarse y disfrutar de la cultura, con programas artísticos, mercados artesanales y música para acompañar el vino y la comida, enriqueciendo aún más la experiencia del festival. Entre los más importantes festivales del vino, algunos son muy populares entre los visitantes extranjeros, como EL FESTIVAL DEL VINO DE BUDAPEST, el Festival del Champán y del Vino de Budafok, el Festival del Vino de Szeged, las Semanas del Vino de Balatonfüred y la Fiesta del Sangre de Toro de Eger.
Los alrededores de Budapest ofrecen numerosos itinerarios agradables, que también se pueden recorrer con niños a quienes estos viajes les ofrecen muchas experiencias hermosas. Aquí hay algunas ideas alternativas para una salida tranquila que puedes hacer cómodamente en un solo día.
Comienza en la parte sur. Szigethalom y Ráckeve, ambos cerca de Budapest, ofrecen varias oportunidades para la aventura. En Szigethalom puedes ver cómo era la vida cotidiana de los magiares hace 1000 años.
También hay numerosas atracciones alrededor del lago Velence. En primer lugar, el propio lago, donde se pueden practicar numerosos deportes acuáticos, como el paddle surf o el wakeboard. Este último en la zona de Venice Beach Cable Park. Merece la pena subirse a la bici y dar la vuelta al lago cuyo perímetro es de 33 kilómetros.
Las rutas más populares son, sin duda, las del norte de Budapest. Visegrád, accesible en una hora, es siempre una excelente elección. Además de la fortaleza, también hay una pista de bobsleigh y un parque infantil King Matthias. Los eventos de artesanía (herrería, alfarería y canteros) se organizan a menudo cerca del patio de recreo. Dando un pequeño desvío merece la pena visitar la isla de Szentendre situada enfrente para relajarse en la playa llana de Kisoroszi si el agua es poco profunda.
Visita la cueva lacustre de Tapolca. Déjate impresionar por la experiencia de un recorrido en bote por las aguas turquesas de los emocionantes canales de la cueva, y luego conoce el maravilloso mundo de las regiones kársticas en el Centro de Visitantes de la cueva lacustre de Tapolca.
Recorrido en bote en un sistema de cuevas subterráneo
¿Sabías que la cueva lacustre de Tapolca es singular porque ningún otro lugar del mundo ofrece un sistema de cuevas tan extenso debajo de una localidad, navegable en botes? Aprovecha tu visita a Hungría para comprobar por qué la cueva lacustre es un destino tan popular. Pero no serás solo un observador pasivo: deberás remar e incluso, en los tramos más estrechos, empujarte hacia adelante con las manos. Es un encuentro literalmente cercano, pero no te asustes porque nada de eso te exigirá demasiados esfuerzos. Solo se trata de un poco de asombro y emoción. La sección de la cueva lacustre navegable en botes es de 180 metros de largo y las aguas del lago tienen una temperatura agradable durante todo el año: aproximadamente 18-20 grados, con una profundidad media de 40 centímetros y, en algunas partes, de varios metros. Remar en bote por canales naturales misteriosamente iluminados, creados por el agua en un lago rupestre subacuático, es una experiencia que seguramente nunca olvidarás.
Nyíregyháza y sus alrededores ofrecen muchos programas y destinos de excursiones de un día que son ideales para familias con niños pequeños. No te pierdas el zoológico de Nyíregyháza, elegido el mejor zoológico de Europa en 2015, que ofrece suficientes aventuras para todo el día.
Agradables experiencias te esperan durante todo el año en el spa de Nyíregyháza-Sóstógyógyfürdő, donde podrás relajarse en las aguas ricas en yodo y bromo, así como en las distintas piscinas de experiencias e hidromasaje, pero incluso podrás ejercitar tus músculos en la piscina deportiva. El Centro de Spa y Bienestar Aquarius está abierto todo el año en el Park Spa, ofreciendo servicios especiales para aquellos que pretendan combinar la curación con la relajación.
¿Te apetece un paseo en bote? ¡Alquila uno en Sóstó! ¿Te interesa la vida de la gente de épocas pasadas? ¡Siéntate en un antiguo banco de escuela en la aldea museo de Sóstó! Este es uno de los museos al aire libre más grandes de Hungría, que presenta los detalles de la vida de los pueblos húngaros en el siglo XIX.
El parque acoge a la «joya» de la corona de los baños termales de Budapest: Széchenyi. Estos baños son los embajadores de Budapest como ciudad de spa. Allí se toman incontables fotos de las piscinas termales, incluso en invierno, mientras los clientes juegan al ajedrez desde el agua. Es un destino perfecto para personas de todas las edades, ya que, además de relajarse en las piscinas termales, disponen de diversos servicios de los que disfrutar.
El castillo de Vajdahunyad es digno de visitar. Irradia historia, pero no es tan antiguo como probablemente se piense. Fue construido en 1896 para conmemorar los mil años del Estado húngaro, a modo de maqueta (con madera y cartón), para reflejar los siglos de evolución de la arquitectura del país. Aunque aún no conozca Budapest, es posible que el castillo le resulte familiar, ya que se ha utilizado como escenario en numerosas películas. Además de fabulosas exposiciones en el museo de la agricultura que alberga, el castillo de Vajdahunyad también acoge ferias los fines de semana, donde se venden productos de artesanía y otros obsequios. Además, los más pequeños pueden dar un paseo en pony o practicar tiro con arco, una actividad tradicional muy popular en Hungría.
Városliget no resulta atractivo solo en verano; durante el invierno ofrece la pista de patinaje más grande de Europa. Escoja un día de invierno, acérquese con su familia o sus amigos y disfruten de la belleza de este edificio histórico que los rodea. En verano, la pista de patinaje se convierte en un lago por el que navegar en barca.
La plaza de los Héroes (Hősök tere) es uno de los lugares que no se puede perder aunque su visita a Budapest sea breve. Este lugar, situado al final de la espléndida avenida Andrássy, rinde homenaje a las siete tribus que habitaron Hungría y a algunos de los reyes que forman parte de la historia del país. El conjunto de estatuas, que incluye caballos, cuadrigas e incluso un arcángel, fascinan a quienes visitan la plaza. Además, es habitual que los lugareños muestren sus habilidades con el monopatín. Aunque resulta difícil de creer, también acoge una carrera anual de caballos que se celebra en el centro de la ciudad.
Városliget es un rincón muy importante en la vida cultural de Budapest. Tanto como los museos situados a ambos lados de la plaza de los Héroes, que cuentan con diversas exposiciones permanentes y colecciones temporales. Hoy Városliget está viviendo grandes cambios, debido a su importancia en la cultura de la capital, y está previsto que se convierta en un barrio de museos.
Si le gusta la cerveza, no olvide visitar alguno de los festivales que se celebran cada año en Városliget, donde podrá degustar las mejores cervezas de los principales fabricantes del país. Budapest celebra múltiples festivales en los que se puede beber cerveza, pero el de Városliget destaca entre todos ellos, gracias a la belleza del entorno y a la posibilidad de sentarse en la hierba para disfrutar de esta bebida.
Además, en el parque la oferta gastronómica es variada. Gundel, junto a la entrada principal del zoo, es uno de los centros más importantes de la gastronomía húngara; el Robinson Restaurant Budapest, justo enfrente, ofrece buena comida con vista al lago; también puede vivir toda una experiencia en el Liget Cafe; y existen numerosos restaurantes especializados en comida húngara tradicional. O, si quiere algo distinto, puede pedir una hamburguesa de la casa en el Pántlika Bistro.
¿Te gustaría huir del bullicio de la ciudad? ¿Te gustaría descubrir las maravillas naturales más bonitas de Hungría? Entonces no dejes de visitar Hortobágy, la región más hermosa del país, la estepa cubierta de hierba más grande de Europa Central.
El área al parecer infinita, de miles de hectáreas, fue incluida en la lista del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1999. En 1973 en estas 51.000 hectáreas se estableció el primer parque nacional de Hungría. Hoy, su área alcanza una extensión de 82.000 hectáreas, lo que la convierte en el área integral protegida más grande del país. Está constituida de áreas salinas, praderas, estepas de loess, bosques en áreas aluviales, sotos, pantanos y lagos, que son excelentes lugares de escondite para las especies animales húngaras autóctonas en peligro de extinción, y la flora del paisaje también es muy variada. Si deseas conocer la vida de los pastores húngaros, dirígete al Parque Nacional de Hortobágy, que se encuentra a poco más de 30 kilómetros de Debrecen.
Si eliges como destino el Parque Nacional de Fertő-Hanság, podrás vivir experiencias incomparables. ¡No olvides las botas de senderismo!
El lago Fertő ‒con una superficie de 309 km2‒ y sus alrededores gozan de la protección del Parque Nacional de Fertő-Hanság. Gracias a la oferta de programas del parque, podrás incluso participar al amanecer en un paseo en canoa por el lago estepario, que cuenta con una fauna y flora singulares. Si tienes suerte, durante el recorrido podrás ver varias especies de garzas, un somormujo lavanco, o de las especies de aves rapaces, un aguilucho lagunero o un pigargo europeo. Los más cómodos, podrán observar a bordo de un barco solar el área dividida por jardines botánicos, pantanos, manchas de salinización, cúmulos sepulcrales y castillos de tierra, pero durante el viaje también vale la pena dirigir la vista hacia el agua ligeramente salada del lago Fertő, que es el hábitat de 35 especies de peces. Una buena noticia para los pescadores deportivos: en varios asentamientos del paisaje de Fertő se encuentran estanques de peces y aguas vivas naturales en los que se puede practicar la pesca de caña con una licencia de pesca diaria.
El conjunto de cuevas, ubicado a 236 kilómetros de Budapest y que cruza la frontera entre Hungría y Eslovaquia, es una región excepcionalmente espectacular del norte de Hungría, que figura en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1995.
El Parque Nacional de Aggtelek se encuentra en un área de más de 20 mil hectáreas en el Karst de Aggtelek, en la parte húngara del Karst de Gömör-Torna. En la zona kárstica de Gömör-Torna, se conocen alrededor de 1200 cuevas, de las cuales 273 abren en Hungría, dentro de los límites del Parque Nacional de Aggtelek, incluida la cueva más famosa, la Baradla-Domica.
La Necrópolis de Pécs se encuentra en la parte noroeste de la ciudad, en la vertiente sur de la montaña Mecsek, en el área de la Catedral de Pécs. Desde el 30 de noviembre de 2000, la muestra arqueológica del siglo IV es parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Sopianae, la ciudad de Pécs de la edad romana, fue fundada a principios del siglo II, y para el siglo III ya se había convertido en una ciudad próspera y uno de los principales centros del cristianismo.
Las edificaciones sepulcrales constan de dos partes: su parte subterránea es una cripta, la cámara sepulcral en sí, en la que los difuntos eran colocados en sepulcros de ladrillo o sarcófagos. Sus interiores a menudo estaban decorados con escenas bíblicas y símbolos paleocristianos. Sobre las cámaras sepulcrales, se erigió una capilla conmemorativa. La edificación de dos pisos se utilizaba principalmente como lugar de sepulcro para las familias más ricas y para ceremonias.
Las tumbas excavadas fueron identificadas originalmente por los arqueólogos con numeración romana, pero algunas fueron bautizadas por el lenguaje común por las pinturas encontradas en ellas.
En avión
En Budapest, el aeropuerto internacional Ferenc Liszt; en el este de Hungría, el aeropuerto de Debrecen y, en el oeste de Hungría, el aeropuerto de Sármellék, reciben los vuelos regulares y los chárteres de las aerolíneas internacionales. El aeropuerto Ferenc Liszt se encuentra a 24 km al sureste de Budapest.
La tasa de salida (departure tax) está incluida en el precio del billete de avión.
En tren
El pase INTERRAIL brinda la oportunidad de viajar con descuento a pasajeros menores de 28 años que viven en países europeos, mientras que EURAIL permite lo mismo a aquellos que vienen de fuera de Europa. Con los pases Eurail Select, se puede viajar en tren a 2, 3 o 4 países vecinos. Para conocer las condiciones exactas y actualmente vigentes, consulte los sitios Web o los puntos de información de las estaciones de tren.
En coche
La información sobre las reglas de entrada vigentes se puede encontrar en los sitios Web húngaro e inglés de la POLICÍA, y las otras condiciones para cruzar la frontera se encuentran en la página Web de INFORMACIÓN VIAL. Algunos de los pasos fronterizos más pequeños solo están abiertos durante ciertos períodos y no para todos los tipos de medios de transporte. Además de los documentos de su coche y su permiso de conducir internacional, también lleve consigo un comprobante del seguro correspondiente.
En barco
Relativamente, mucha gente opta por esta forma de llegada con estilo, lo que no es de extrañar: durante el recorrido, se puede disfrutar de un panorama incomparable en los alrededores de Esztergom y Visegrád. En este caso, es cierto que, aunque todavía no haya pisado la tierra de Hungría, sus aventuras y experiencias húngaras ya han comenzado: es suficiente estar a bordo cuando su barco llegue al recodo del Danubio. Varias empresas ofrecen servicios de barcos por el Danubio, que es la vía fluvial más transitada e importante de Europa. Además, la mayoría de los barcos suelen atracar muy cerca del centro histórico de Budapest.
La entrada al territorio de Hungría se puede efectuar por 65 pasos fronterizos. Para ello, se requiere un pasaporte válido, pero en el caso de los ciudadanos de los países de la UE, el D.N.I. puede reemplazar el pasaporte.
Tampoco se controlan los pasaportes de los pasajeros que viajan en vuelos hacia y desde los llamados países Schengen, salvo por motivos de seguridad de los pasajeros.
Asistencia sanitaria
En Hungría existen dos tipos de asistencia sanitaria: pública y privada.
Tan solo tienen derecho a las prestaciones de asistencia sanitaria pública aquellos extranjeros cuyos países de origen han celebrado un acuerdo al respecto con Hungría. No obstante, en tal caso también la atención sanitaria pública se prestará solo en la medida imprescindible, así como en casos de alguna enfermedad aguda o una necesidad urgente.
La atención médica privada es rápida, de alta calidad y profesional, pero no es gratuita. Antes de emprender el viaje, cerciórese siempre de disponer de un seguro de accidentes y enfermedad y, al contratarlo, compruebe qué tipo de servicios le garantiza.
Prefijo internacional del país: +36
Línea directa de emergencia gratuita disponible las 24 horas, los 7 días de la semana: 112
Emergencia médica: 104
Bomberos: 105
Policía: 107
Servicio de grúa de emergencia: 188
Farmacias 24 horas: En la mayoría de los distritos de Budapest, hay una o más farmacias abiertas las 24 horas.
Aeropuerto Internacional Ferenc Liszt, Budapest: +36 1 296 7155
Línea directa de información de los Ferrocarriles Estatales de Hungría (MÁVDIREKT): +36 40 349 4949