Fiesta de gran tradición y conocida en todo el mundo. Se celebra durante los días previos a Pentecostés, por eso su fecha es variable y oscila entre mayo y junio. Tradicionalmente se llega a la aldea caminando a pie y en carretas. Los cultos comienzan el sábado a partir de las doce del mediodía con la presentación de las hermandades a los pies de la Virgen del Rocío y a partir de las doce de la noche del mismo día, tiene lugar el Santo Rosario.

La mañana del domingo tiene lugar la Misa de Pontifical en la que participan todas las hermandades. Por la noche se celebra el Santo Rosario con la participación de todas las Hermandades y una vez terminado se produce el momento más significativo y emblemático, cuando los almonteños saltan la reja para sacar en procesión a su patrona hasta el lunes a mediodía que llega de nuevo a su altar. En 1980, la Romería de El Rocío es declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

En la aldea del Rocío, se celebra el Rocío Chico. Esta tradición tiene su origen en un voto de acción de gracias que el pueblo de Almonte hizo en el año 1813 tras haberse librado del ataque de las tropas francesas y desde entonces todos los años se celebra una serie de eventos religiosos para recordar este suceso. 

Es una festividad más íntima que la romería de El Rocío, pero de igual manera el pueblo de Almonte agradece a su Patrona todos los años este suceso, con fervor y devoción. Es un evento único y especial de carácter religioso y cultural, que acogerá a peregrinos de todo el mundo, y que generará un espacio privilegiado donde: los valores cristianos, la interculturalidad, la solidaridad y la responsabilidad social serán los principales valores a compartir entre todos los participantes del evento.

La ganadería es un componente muy importante de la tradición y la relación que ha mantenido desde siempre Almonte con Doñana. El caballo marismeño se feminiza y generaliza pasando a denominarse yegua marismeña. Es un ejemplar único por su morfología, de aquí que sea una especie y una raza autóctona de la zona.

Cada 26 de Junio y coincidiendo con la feria de San Pedro, las yeguas se traen desde las marismas de Doñana y son llevadas en tropas hasta Almonte, a lo que popularmente se conoce como “Saca de las Yeguas”. En el recinto ganadero tiene lugar la tuza y marcaje a fuego de los nuevos potros nacidos durante ese año y se seleccionan los distintos ejemplares para su posterior venta durante la feria del ganado. Con estas faenas se mantiene uno de los usos y costumbres tradicionales de una forma singular y única, que asombra al visitante por su rotunda y natural belleza.