Cruceros Eco Responsables

Ahora mismo, el GNL es el único combustible alternativo con que se evitan casi por completo las emisiones de azufre y se reducen las emisiones de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono. En 2018, con el AIDAnova la compañía puso en servicio al primer crucero operado completamente con GNL. A finales de 2021 estrenaron el AIDAcosma, el segundo barco GNL de la compañía. 

De todos modos, el uso de GNL es solo un paso intermedio para la compañía, ya que están trabajando en el desarrollo de tecnologías de propulsión que consigan ser 100% libres de emisiones. Entre ellas la tecnología híbrida a partir del gas licuado, almacenamiento de baterías y pilas de combustible, o el uso de combustibles biológicos o sintéticos basados en hidrógeno. Su objetivo clave es poner en servicio en 2030 el primer barco con cero emisiones. En 2022 se instaló en AIDAprima el mayor sistema de almacenamiento de baterías y en el AIDAnova se instaló la primera pila de combustible.

Otro de los puntos por los que destaca la naviera en sus acciones sostenibles, es su objetivo de conseguir cruceros 100% neutros y el uso de la energía en tierra. Desde 2019 AIDA usa la energía de tierra cuando sus barcos están atracados conectándose a la red eléctrica de los puertos que cuentan con infraestructuras que lo hacen posible.  Por el momento son pocos puertos, es por eso que AIDA está trabajando para potenciar el desarrollo en otros destinos y así poder utilizar la energía de la costa en todos sus barcos en un futuro. AIDAsol en 2023, por ejemplo, se abasteció con toma de tierra en casi todos los puertos de su itinerario por el Norte de Europa.

CroisiEurope lleva desde hace años concienciada con el medioambiente, trabajando e invirtiendo en tecnología para que sus barcos sean los más respetuosos posibles. Uno de sus principales objetivos es reducir la contaminación de CO2, para ello y tras varias pruebas por el Sena y el Rin, han optado por usar GTL (gas a líquido) como combustible de sus barcos. Un carburante sintético procedente de la transformación del gas natural, más ecológico que el diésel. De momento es utilizado en barcos por el Sena, pero el objetivo es ir aumentando el uso en los otros ríos.

Además, sus barcos cuentan con motores Label Greenship que reducen los gases de efecto invernadero y que cuenta con una tecnología que les permite reducir el consumo de combustible.

Si hay algo claro, es que para reducir el impacto medioambiental de los cruceros también se debe conseguir una mayor eficiencia energética. Por ello sus barcos son capaces de conectarse a las redes locales de energía para recargarse, siempre y cuando los puertos cuenten con infraestructuras que lo permitan. En París, las excursiones se realizan con autobuses eléctricos, más silenciosos y menos contaminantes y la mayoría de sus barcos cuentan con instalaciones eléctricas de bajo consumo que les permite optimizar la energía utilizada a bordo.

En cuanto al tratamiento de aguas residuales se refiere, la naviera ha incorporado sistemas de evaluación de aguas a bordo que después son vaciadas durante las escalas en plantas depuradoras o alcantarillados urbanos. Por ejemplo, en Estrasburgo la compañía cuenta con su propio colector de aguas residuales que está directamente conectado al alcantarillado de la ciudad.

Ponant trabaja día a día para conseguir que sus operaciones sean más sostenibles y responsables. Ha conseguido una reducción del 90% en sus emisiones al usar un combustible gasoil marino bajo en azufre (LSMGO) o GNL (gas natural licuado) y al usar catalizadores las 24 horas del día. Además, ha incorporado a su flota el nuevo Le Commandant Charcot, un rompehielos de lujo híbrido eléctrico propulsado por GNL

Otras medidas que adopta la compañía para reducir las emisiones son la optimización de la velocidad y la eficiencia energética, utilizando baterías eléctricas que le permite desconectar los generadores cuando están fondeando o atracados en puerto, entre otras.

Por otro lado, la compañía ha prohibido la utilización de botellas de plástico a bordo, así como el empleo de pajitas, bolsas de lavandería, etc. También cuenta con avanzados sistemas de tratamiento de aguas residuales, así como un sistema de desalinización que produce agua limpia y pura lista para ser consumida a bordo.

Otra de las materias que aborda la naviera es el tratamiento de residuos generados a bordo, por ello cuenta con sistemas que le permiten el reciclaje y tratamiento de los mismos de acuerdo con las normas locales e internacionales.

Además, la naviera realiza continuos estudios sobre el impacto ambiental antes de añadir nuevos itinerarios a sus barcos.  En cuanto a sus expediciones polares, Ponant forma parte de la IAATO (Asociación Internacional de Operadores Turísticos Antárticos) y de la AECO (Asociación Internacional de Cruceros de Expedición) para garantizar la protección de la naturaleza y el ecosistema en todas sus operaciones. También, hace uso de una avanzada tecnología para reducir la contaminación acústica submarina.

En 2019, Ponant creó la Fundación Ponant, donde se llevan a cabo diversos proyectos de investigación y protección del medio ambiente, como el estudio del comportamiento de las ballenas jorobadas o la restauración de arrecifes de coral, entre otras.

Princess Cruises cuenta en su flota con el Sun Princess, el primer barco de la compañía que funciona con GNL, un combustible que reduce significativamente las emisiones de azufre. 

Por otro lado, otra de las preocupaciones de la compañía es la reducción y optimización del uso de la energía, por ello ha instalado en muchos de sus barcos un sistema que les permite conectarse a la red local del puerto cuando están atracados.  La idea es que cada vez más puertos inviertan en infraestructuras para que cuenten con estos sistemas de carga eléctrica para los cruceros.

El agua dulce es vital para las operaciones a bordo. El agua dulce que usa Princess Cruises proviene de dos sistemas diferentes: Agua producida a bordo a través de sistemas de evaporación o de ósmosis o agua comprada a las comunidades portuarias. Además, la flota de Princess Cruises cuenta con sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales para que sea lo más limpia posible antes de descargarla al mar. 

Por supuesto, no podemos olvidar el exhaustivo trabajo de reciclaje y manejo de residuos que se realiza en cada uno de los barcos. La naviera cuenta con equipos de última generación en la gestión de residuos sólidos, los clasifica, los recicla y después los incinera o almacena hasta desembarcar en tierra y ser entregados a organismos competentes.  Además, reduce el uso de plástico a bordo reemplazándolos por materiales biodegradables. 

¿Es posible un crucero con O emisiones de carbono? MSC Cruceros está convencido de ello, y por eso trabaja continuamente para lograrlo antes del 2050. A día de hoy ya han eliminado prácticamente las emisiones de SOX y NOX incorporando el GNL como combustible a sus nuevos barcos, pero sigue incorporando nueva tecnología que permitirá minimizar la fuga de metano que produce el uso del GNL. Actualmente la flota cuenta con tres barcos propulsados por GNL: MSC World Europa, MSC Euribia y MSC World America.

MSC Cruceros está en continuo desarrollo para reducir las necesidades energéticas. Para ello, cada barco nuevo lo construye mucho más eficiente que el anterior, hace uso de la iluminación LED, crea sistemas inteligentes de ventilación, calefacción y aire acondicionado y estudia al milímetro la estructura en la construcción de sus nuevos barcos, la hidrodinámica y aerodinámica, entre otros temas.  Además, desde 2017 MSC Cruceros lleva trabajando para conseguir la total conexión eléctrica, instalada ya en 11 de sus barcos, y poder conectarse a la red de los puertos; Esto les permitirá poder apagar los motores de a bordo mientras están atracados y reducir la contaminación en las escalas y a su vez conseguir un ahorro considerable de energía.

A bordo de los barcos de MSC Cruceros se hace un trabajo exhaustivo en el reciclaje, todo el material reciclable obtenido a bordo se separa, se compacta y se entrega a las empresas especializadas en el puerto. El 80% del agua dulce usada es producida a bordo a partir de la desalinización del agua del mar. También se ha trabajado en unas hélices silenciosas e innovadores diseños de los cascos que consiguen que sean unos barcos más silenciosos reduciendo así el impacto sobre la vida marina. MSC Cruceros sigue desempeñando un papel proactivo en la protección de los hábitats marinos y costeros alrededor de Ocean Cay. También cuidan el uso que hacen del agua de lastre, tratándola para asegurarse de que no tiene impactos medioambientales adversos.

El principal compromiso de Costa Cruceros es ofrecer unas auténticas vacaciones a bordo sin impactar al medio ambiente. Para ello, elige el GNL como combustible para sus nuevos barcos, usado ya en el Costa Smeralda y el Costa Toscana. Se trata de un combustible que produce menores emisiones de carbono.

Por otro lado, apoya la construcción de sistemas de suministro de energía en los puertos para que los barcos se puedan cargar conectándose a la red local y ahorrar energía y eliminar así la contaminación al poder apagar motores cuando están en puerto. 

Además, introduce la última tecnología que permite una eficacia del 100% en la recolección de residuos y en el reciclaje, eliminando casi totalmente el uso de plástico a bordo. Costa Cruceros, siempre mirando al futuro, sabe que el agua es el bien más preciado que tenemos y por ello dos tercios del total utilizado a bordo proviene del mar: se elimina la sal y se purifica el agua, volviéndose perfecta para su utilización a bordo.

Siendo fiel a su compromiso de cuidar el mar y sus costas, cuenta con "Guardianes de la costa", uno de los proyectos ambientales de Costa Cruceros que permite concienciar a los jóvenes e involucrarlos en actividades de limpieza costera. Desarrollando así una nueva perspectiva más consciente para el desarrollo del medio ambiente marino y sus litorales. 

Royal Caribbean, compañía pionera en sostenibilidad, ha creado la primera terminal de cruceros LEED Zero Energy del mundo en el puerto de Galveston. La terminal funciona 100% con energía solar mediante placas solares y produce la energía necesaria para poder operar sin depender de ninguna red local.  De hecho, la energía restante que no es utilizada por la terminal se envía a la red eléctrica local para apoyar a las comunidades cercanas. Además, la terminal proporciona instalaciones para bicicletas y estaciones de carga de vehículos eléctricos y así poder reducir también las emisiones de carbono relacionadas con el transporte.

La compañía está continuamente trabajando para lograr su principal propósito que es llegar a 2025 con cero emisiones en sus barcos, incluidos 0 gases de efecto invernadero (GEI) que producen el GNL. Actualmente cuenta con el Icon of the Seas y el Utopia of the Seas como barcos propulsados por GNL.

A través de su programa “Save the Waves”, Royal Caribbean, lleva más de 30 años luchando contra la contaminación y el tratamiento de residuos en sus barcos. Su Ley son las tres “R”: Reducir, Reusar y Reciclar. Reducir el uso de material desechable a bordo; Reusar material obsoleto a bordo haciendo donaciones de colchones, sábanas, toallas, ropa etc; Reciclar todos los residuos en una sala de gestión que se encuentra a bordo, donde se clasifican, se trituran y se compactan para después ser entregados a las empresas correspondientes.

Y por supuesto, no podía faltar el tratamiento y consumo del agua a bordo. Una de las medidas para reducir el consumo excesivo es usar equipos más eficientes o dándole un doble uso, como por ejemplo el agua que condensa el aire acondicionado se usa para la lavandería en el lavado de toallas y sabanas. Otra de las medidas es la autoproducción de agua a bordo, llegando a producir hasta un 90% del agua que utilizan, a través de sistemas de evaporación de agua o de desalinización. En cuanto a las aguas residuales, en 2004 Royal Caribbean, se comprometió a instalar sistemas de purificación de aguas residuales (AWP). En 2022 el 92% de su flota cuenta con sistemas AWP, comprometidos a conseguir equipar al 100% para 2025.

Norwegian Cruise Line ha puesto en marcha varias acciones para reducir el impacto de los cruceros al medio ambiente y a los océanos, reduciendo el consumo de energía y por lo tanto las emisiones de Carbono. 

De momento, 11 de sus barcos cuentan con una tecnología punta que reduce la cantidad de óxidos de azufre (SOx) hasta un 99%.

El 35% de sus barcos permiten ser conectados a una vía eléctrica terrestre mientras se encuentran parados en puerto y así conseguir apagar motores y reducir la contaminación y hacer un uso más eficiente de energía. Gracias a las mejoras de propulsión de sus barcos y al uso de pintura de silicona aplicada en el casco se ha conseguido ahorrar más del 10% de energía en movimiento.

Otra de las medidas para ahorrar energía es a través de la recuperación del calor residual, como por ejemplo recuperar el calor de los motores y usarlo para calentar las tuberías de agua entre otras cosas.

Como no podía ser menos, la compañía está comprometida con la reducción de los desechos a bordo, tanto de alimentos como de aguas residuales a través de tecnologías innovadoras y estrictos programas de reciclaje. En 2019, se consiguió reciclar más de 2300 toneladas de aluminio, cartón/papel, chatarra, plásticos y vidrio. Los barcos de NCL están cada ciertos años en renovación, cosa que puede producir gran cantidad de desechos, por eso una de las iniciativas de NCL es la donación de material obsoleto para minimizar los residuos.

Gracias a la combinación de las iniciativas llevadas a bordo y la tecnología avanzada de los barcos, Norwegian Cruise Line mejora constantemente su tasas de producción de agua y la reducción del consumo. Todos los barcos de la flota producen más del 80% del agua usada a bordo.Se ha conseguido  reducir el consumo a menos de un 30% de agua por persona y día. Las aguas residuales son tratadas a bordo antes de ser vertidas. El 96% de sus barcos cuentan con el sistema de purificación de aguas residuales (AWP).

La naviera cuenta con la terminal insignia en el puerto de Miami, inaugurada por primera vez en agosto de 2021, recibió la certificación de liderazgo en energía y diseño ambiental. La terminal cuenta con una plataforma que optimiza el rendimiento energético, la calidad del aire interior, la eficiencia del agua, la utilización de materiales y los recursos locales.  Además, la terminal cuenta con permisos para la protección de los manatíes y la descarga de contaminantes en sus aguas.