Es conocida con razón como la "isla de las flores". Gracias a su clima excepcional, al que no es ajeno la corriente del Golfo, Jersey se viste de flores en primavera y verano. Con sabor británico y tradiciones normandas se dan cita aquí, entre las animadas callecitas de Saint Helier -la capital-, los museos, los restos prehistóricos (tumba neolítica), el zoo y los numerosos senderos costeros.