Marsella, ciudad de contrastes, de riqueza y de decadencia, de mar y de monte, todo esto y mucho más es Marsella. El emblemático Puerto Viejo, corazón de la ciudad, es el mayor monumento sin duda. La parte alta, las playas y las islas, y las grandes avenidas decimonónicas son otros de los atractivos más destacados. Marsella goza de varias joyas arquitectónicas como son la Catedral, la Abadía de San Víctor de Marsella, el Palais Longchamp (Museo de Bellas Artes), la basílica de Notre-Dame de la Garde o el Castillo de If, lugares que no debemos dejar de visitar.