La pequeña ciudad croata de Batina se encuentra en una colina a orillas del Danubio, en el triángulo fronterizo de Croacia, Serbia y Hungría. Un puente construido en 1974 conecta Croacia y la ciudad serbia de Bezdan, en la otra orilla. Hay un centro de recreación y ocio en la ciudad que ofrece oportunidades de natación y deportes acuáticos.