Crucero Guadalupe, Saint Maarten, Portugal a bordo del MSC Virtuosa desde Fort de France (Martinica)

Fort de France (Martinica)

Hoy en día, Fort-de-France es la capital de Martínica que se extiende por las aguas azules del Caribe con un decorado de montañas verdes... Esta ciudad pintoresca, con su lado francés muy pronunciado, es ideal para ir de compras de recuerdos o ir a comer a la terraza de algún pequeño café. También está el Parque Central, con sus jardines llenos de flores y de fuentes, el Fuerte histórica San Luís, la Catedral y la Biblioteca. En la isla se puede encontrar el Memorial Paul Gauguin, el Museo de la Emperatriz Josefina, la mujer de Napoleón y el Museo de Arte de Conchas. Los turistas aficionados al senderismo pueden subir al Monte Pelado.

Guadalupe (Pointe-à-Pitre)

Es la única isla mitad holandesa y mitad francesa. Las excursiones parten desde Philipsburg, la capital de la parte holandesa desde donde se visita la aldea de pescadores de Grand Case.

Philipsburg (St. Maarten)

Philipsburg es la capital de las Antillas Holandesas y se encuentra en la isla de St. Marteen. La isla se situa a unos 240 kilómetros al este de Puerto Rico. Su gran importancia se debe a que fue y sigue siendo, un importante puerto para el comercio internacional.

La isla se encuentra dividida en dos mitades. Philipsburg se encuentra en la parte sur, mientras que el norte es territorio de ultramar francés. St. Marteen ha sufrido en los últimos años un fuerte incremento demográfico, debido al fuerte desarrollo del turismo. La inmigración preponderante es de ascendencia haitiana, francesa y dominicana.

Ponta Delgada (Portugal)

Ponta Delgada es la capital de las Azores, un archipiélago portugués en medio del Atlántico. El barrio histórico de Ponta Delgada se sitúa detrás de la Avenida do Infante dom Enrique, un gran paseo con aceras pavimentadas en color negro y blanco que rodea el puerto. Sus enmarañadas calles están jalonadas de bellas casas de los siglos XVII a XIX.

Lisboa

Guarda el sabor de una ciudad antigua capital de un imperio colonial. Viejos cafés, callejuelas árabes, balcones adornados con flores, estruendosos tranvías...todo ello la hacen única y diferente. Una de las pocas capitales Europeas con río y mar donde la Plaza de Comercio es su sala de visitas. Porque la ciudad, desde siempre, se abrió acogedora a muchas llegadas y partidas de barcos que tuvieron como punto álgido la época de los descubrimientos. Lisboa es también el centro de una variada región: cerca se puede visitar Fátima, Sintra o Cascais.