Crucero Eslovenia, Croacia, Montenegro, Grecia, Malta, Italia a bordo del AIDAblu desde Trieste (Italia)

Trieste (Italia)

La parte más antigua de la ciudad está situada en la colina de San Giusto: el Castillo, las ruinas de la Basilica Forense y más abajo el teatro. Los orígenes de la ciudad de Trieste se pierden en la leyenda: parece que aquí atracaron Jasón y los Argonautas buscando el Vellocino de Oro, Antenore y Diomede después de la guerra de Troya, y hay quien dice que en su golfo aparecerá el ángel el día del Juicio Final. Cerca de la ciudad se encuentra la desembocadura del río Timavo que nace en Eslovenia, cruza abajo del suelo el altiplano Carsico y sale a la luz cerca del mar. Trieste además es un lugar donde confluyen muchas personas de étnias y culturas diferentes.

Rijeka (Croacia)

Esta cosmopolita ciudad costera es famosa por su carnaval anual, los teatros de Rijeka, los museos y su historia. Rijeka es un destino intrigante en cualquier época del año. La única catedral de San Vito, dedicada al patrón y protector del puerto, se encuentra en el casco antiguo. Adornos de piedra, en forma de peces y moluscos, se encuentran en el Gran Mercado de la ciudad. Los visitantes enérgicos pueden subir los 500 escalones para llegar al antiguo distrito de Trsat y la Iglesia de Nuestra Señora de Trsat, el santuario croata más antiguo dedicado a la Virgen María

Koper (Eslovenia)

Koper es un puerto de Eslovenia situado en el mar Adriático a 15 Km. al suroeste de Trieste, Italia. Fue gobernado por Venecia durante casi medio siglo y por Austria de 1815 a 1910, año en que la ciudad fue ocupada por los italianos. Se volvió yugoslavo en 1954. El antiguo barrio veneciano, que antes era una isla, tiene muchas fortificaciones, una catedral y un palacio góticos y varios campanarios. El pequeño puerto de Piran, situado 9 Km. al oeste, con sus callejuelas, arcos y plazas, posee una copia del campanario de San Marcos de Venecia.

Split (Croacia)

La Unesco declaró la ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1979. Entre sus edificios de interés están el Palacio de Diocleciano, que ofrece restos arqueológicos muy interesantes como la fortaleza y el Templo de Júpiter. Dentro de este recinto también se encuentra la Catedral de Domnio. Split también alberga dos importantes museos arqueológicos, una dedicado a la antigüedad, otro a principios de la época medieval. El aspecto más reconocible de Split es la cultura musical popular.

Kotor (Montenegro)

El mar Adriático penetra en la abrupta costa de Montenegro y serpentea entre altas montañas hasta que encuentra la ciudad medieval de Kotor, amurallada y exquisita. Esta ciudad preside la bahía de Boka Kotorska, situada al final del fiordo más extenso del sur de Europa. Cada ciudad en Montenegro cuenta con un encanto peculiar, desde las que están en la costa a las del interior, encantos propios que no debe pasar la ocasión de disfrutar, de ver monumentos, disfrutar de playas o de entornos naturales como los que encontrará en este país.

Corfú (Grecia)

La isla de Corfú es considerada unas de las más bellas de las islas griegas. Corfú recibe a sus visitantes con una estampa inigualable, una postal que comparten su Fortaleza, el mar y el entorno natural que la envuelve, destacando el paisaje de olivos que cubre gran parte de la isla. Uno de los paseos más bellos por la capital es la avenida del puerto, junto a la muralla y contemplar desde allí la panorámica de la ciudad. Sus poblaciones son todas muy tradicionales y pintorescas. Destacan los pueblos de Kanoni, su bello paisaje e incomparable belleza natural. Cercano a este, se encuentra la conocida iglesia de la Virgen Vlajerna, sobre un islote comunicado con la isla por un estrecho paso. No olvidar tampoco visitar su interesante museo arqueológico, además del curioso museo asiático, entre otros, de los numerosos museos de la isla.

La Valletta (Malta)

El archipiélago de Malta está compuesto por tres islas principales: Malta, Gozo y Comino. Su situación geográfica ha sido testigo de excepción de diferentes civilizaciones: templos megalíticos, ciudades romanas, viejas iglesias medievales, el misticismo de los Caballeros, la época británica más reciente. Pasear por sus calles es recibir una gran lección de historia. La Valletta es la capital del archipiélago, con un encanto especial que recuerda la época de los Caballeros en los muros de sus moradas donde habitaron, y en las estrechas callejuelas que todavía guardan este sabor medieval. La villa está llena de fortificaciones: las murallas, las torres, y el Fuerte de San Telmo. Entre los edificios religiosos sobresale la Catedral, consagrada a San Juan. En La Valletta se encuentra uno de los teatros más antiguos de Europa, el Teatro Manoel, donde todavía se representan obras de gran nivel. Otras ciudades de interés son Mdina y Rabat, la primera conocida como la ciudad del silencio, por ser un lugar de lo más tranquilo, es una bella villa medieval que fue en su día la capital de Malta. Se encuentra en pleno corazón de la isla y se cree que guardó a San Pablo preso. Lo más atractivo de la ciudad es la Catedral. La segunda es un lugar que conserva los restos de las épocas en que fuera una ciudad romana. Interesantes iglesias de los siglos XVI y XVII.

Catania (Sicilia)

Catania es la segunda ciudad de Sicilia por detras de Palermo Plaza de la Catedral donde se ubica el Comune y La catedral de Catania, el Duomo, en torno a la Fuente del Elefante de Vacarini; el mercado de la Pescheria, y el mercado de la Fiera, el teatro y el anfiteatro romano, el odeón, Via Crociferi con su hilera eterna de iglesias, los Jardines Bellini, el Teatro Massimo Vincenzo Bellini, San Nicolo y el convento de de los Benedictinos (sede de la Universidad di Lettere de Catania), sin olvidar el castillo Ursino y la multitud de palacios barrocos que proliferan en Catania.

Messina (Sicilia)

Situada en la isla más grande del Mediterráneo Messina está separada del continente por el Estrecho de Mesina de tan sólo 3 km. Al acercarnos a la isla contemplaremos la silueta del volcán Etna visible también desde la ciudad si el tiempo lo permite. De Messina destacan la Catedral y la hermosa Torre del Reloj, dos de los monumentos más importantes de la ciudad. Muy cerca encontramos la turística Taormina con su Teatro Romano.

Argostoli (Cefalonia)

Argostoli es la capital de la prefectura de Cefalonia, la isla más grande de la Grecia jónica. La isla debe su nombre a la figura mitológica de Céfalo, aunque otros sostienen que la etimología precisa de la palabra Céfalo, director griego. Los romanos gobernaron questisola de piedra caliza de 189 a. C. Después de varias denominaciones, han vuelto a Cefalonia en Grecia en 1864. La isla ha resurgido recientemente para el medio ambiente del libro y la película La mandolina del capitán Corelli.

Katákolon (Olimpia)

Este pequeño puerto en la parte occidental del Peloponeso sirve de acceso a la legendaria ciudad de Olimpia, Cuna de los juegos Olímpicos desde la antigüedad. Actualmente y cada 4 años aquí tiene lugar el encendido de la llama Olímpica para después viajar por tierra, mar y aire a la sede eventual de los Juegos Olímpicos modernos. En el recinto arqueológico de Olimpia podremos ver el gimnasio, la palestra y por supuesto el estadio Original.

Corfú (Grecia)

La isla de Corfú es considerada unas de las más bellas de las islas griegas. Corfú recibe a sus visitantes con una estampa inigualable, una postal que comparten su Fortaleza, el mar y el entorno natural que la envuelve, destacando el paisaje de olivos que cubre gran parte de la isla. Uno de los paseos más bellos por la capital es la avenida del puerto, junto a la muralla y contemplar desde allí la panorámica de la ciudad. Sus poblaciones son todas muy tradicionales y pintorescas. Destacan los pueblos de Kanoni, su bello paisaje e incomparable belleza natural. Cercano a este, se encuentra la conocida iglesia de la Virgen Vlajerna, sobre un islote comunicado con la isla por un estrecho paso. No olvidar tampoco visitar su interesante museo arqueológico, además del curioso museo asiático, entre otros, de los numerosos museos de la isla.

Trieste (Italia)

La parte más antigua de la ciudad está situada en la colina de San Giusto: el Castillo, las ruinas de la Basilica Forense y más abajo el teatro. Los orígenes de la ciudad de Trieste se pierden en la leyenda: parece que aquí atracaron Jasón y los Argonautas buscando el Vellocino de Oro, Antenore y Diomede después de la guerra de Troya, y hay quien dice que en su golfo aparecerá el ángel el día del Juicio Final. Cerca de la ciudad se encuentra la desembocadura del río Timavo que nace en Eslovenia, cruza abajo del suelo el altiplano Carsico y sale a la luz cerca del mar. Trieste además es un lugar donde confluyen muchas personas de étnias y culturas diferentes.