Crucero Islas Canarias a bordo del Seven Seas Voyager desde Lisboa

Lisboa

Guarda el sabor de una ciudad antigua capital de un imperio colonial. Viejos cafés, callejuelas árabes, balcones adornados con flores, estruendosos tranvías...todo ello la hacen única y diferente. Una de las pocas capitales Europeas con río y mar donde la Plaza de Comercio es su sala de visitas. Porque la ciudad, desde siempre, se abrió acogedora a muchas llegadas y partidas de barcos que tuvieron como punto álgido la época de los descubrimientos. Lisboa es también el centro de una variada región: cerca se puede visitar Fátima, Sintra o Cascais.

Funchal (Portugal)

Madeira es una isla subtropical en plena Europa, con una naturaleza exuberante y sorprendente como el bosque de Laurisilva, en el parque Natural de Madeira clasificado como Patrimonio Mundial. Su capital Funchal, con un aire colonial, ofrece en el centro de la ciudad un sinfín de callejuelas donde poder comprar artículos tradicionales como tapices bordados a mano o cestas de mimbre. Además podrás probar su famoso vino seco, elaborado por los avicultores locales.

Santa Cruz de la Palma

Las plantaciones de plátanos no son lo único que encontrarás en abundancia durante tus vacaciones en la volcánica isla de La Palma: desde espectaculares vistas de la costa, valles poblados de vegetación, playas y áreas boscosas, hasta instalaciones para la práctica de deportes acuáticos, son igualmente numerosas en esta preciosa isla.

Santa Cruz de Tenerife

Tenerife, la Isla más grande del Archipiélago Canario, te hará descubrir paisajes increíbles, desde la costa hasta la montaña. Recorre cascos históricos como el de la Laguna, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con edificios espectaculares como el Auditorio de Tenerife, obra del arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava y que acoge una riquísima programación de música y danza de todos los estilos y orígenes. Además de la cultura y la gastronomía, en Santa Cruz podrás disfrutar de sus típicas playas doradas, calas de arena negra, acantilados y de exótica naturaleza.

Las Palmas de Gran Canaria

Gran Canaria cuenta con una enorme riqueza natural, en la que sobresalen sus numerosas playas arena fina y agua cristalina. Si a eso le añadimos el clima templado y la agradable temperatura del agua, hace de las playas de Gran Canaria uno de los mejores lugares para relajarse en cualquier época del año, una de las playas preferidas por los habitantes y turistas es la Playa de las Canteras, famosa por la barrera natural que impide las fuertes corrientes y oleajes.

Lanzarote

Arrecife nos abre las puertas de Lanzarote, una isla repleta de paisajes submarinos y lunares, transparentes aguas y palmeras. El parque Nacional de Timanfaya es su lugar más representativo donde podrás comprobar cómo la fuerza volcánica arrasó todo el territorio. Buen ejemplo de ello es Los Jameos del Agua, espectacular gruta volcánica en cuyo interior yace un lago natural de aguas transparentes en las que viven los misteriosos cangrejos albinos y ciegos, de origen desconocido. También podrás disfrutar de las vistas de las Playas de Famara o Papagayo.

Agadir (Marruecos)

Agadir es uno de los principales destinos turísticos al sur de Marruecos, gracias a su reconstrucción en 1960 tras un terremoto que devastó la ciudad; momento que se aprovechó para dotarlo de modernas infraestructuras. Desde sus infinitas playas de arena dorada se contemplan los mejores atardeceres de Marruecos y sus aguas son perfectas para la práctica de todo tipo de deportes acuáticos.

Casablanca (Marruecos)

Rodeada parcialmente por murallas, la antigua Medina fue el emplazamiento original de Casablanca. Recorriendo sus calles y sus típicas tiendas, descubrimos el ambiente tradicional y artesanías de todo tipo. Su mayor atractivo es la impresionante Mezquita de Hassan II, uno de los templos más grandes del mundo y con una parte construida sobre el mar. Desde Casablanca tendremos la posibilidad de visitar Marrakech, antigua capital del imperio islámico y una de las ciudades más importantes de Marruecos.

Lisboa

Guarda el sabor de una ciudad antigua capital de un imperio colonial. Viejos cafés, callejuelas árabes, balcones adornados con flores, estruendosos tranvías...todo ello la hacen única y diferente. Una de las pocas capitales Europeas con río y mar donde la Plaza de Comercio es su sala de visitas. Porque la ciudad, desde siempre, se abrió acogedora a muchas llegadas y partidas de barcos que tuvieron como punto álgido la época de los descubrimientos. Lisboa es también el centro de una variada región: cerca se puede visitar Fátima, Sintra o Cascais.