El binomio que conforman Madrid y Barcelona nos permite apreciar lo mejor del dinamismo urbano, reseguir la historia en todos sus rincones y contemplar las maravillas de su conjunto monumental. Desde la madrileña Plaza Mayor hasta la Sagrada Familia de Gaudí, encontraremos infinitas razones para visitar ambas ciudades, sin olvidar que en ellas se dan cita algunos de los mejores restaurantes del país donde degustar su deliciosa y reconocida gastronomía. Por si fuera poco, ambas están rodeadas de otras localidades igual de interesantes y de enclaves en los que disfrutar de la naturaleza.
¡Ven a conocer dos ciudades únicas!
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Madrid cuenta con innumerables lugares de interés cultural y arquitectónico, con una amplia y variada oferta de actividades y museos, además de bares emblemáticos y numerosos lugares de ocio nocturno. Entre sus lugares más destacados hay que mencionar en primer lugar la Plaza Mayor, emblema de Madrid. Iniciada su construcción en el siglo XVII por orden del monarca Felipe III, este enorme espacio rectangular con soportales –en los que encontramos numerosos comercios y restaurantes– ha sido testigo de numerosos actos públicos de toda índole a lo largo de la Historia.
Otro de los iconos de la capital es la Puerta del Sol, centro neurálgico de los madrileños desde que en el siglo XVIII se instalara en las proximidades la Casa de Correos y muchos otros edificios. Reformada por completo durante el siglo siguiente hasta presentar la apariencia actual, este lugar ha presenciado también muchos acontecimientos históricos de la ciudad, tan dispares como la proclamación de la Segunda República Española y la proclamación de Fernando VII como monarca. Es también el lugar preferido para muchos madrileños para presenciar las campanadas de fin de año, que se emiten en directo desde el año 1962.
La Plaza Cibeles, por su parte, es una de las más bellas y animadas de la ciudad, contando con diversos monumentos de interés, como la Galería de Cristial y el Palacio de Cibeles, que actualmente alberga la sede del Ayuntamiento, y el espacio cultural CentroCentro. Otra plaza de gran interés es la Plaza de la Villa, en la que se encuentra la antigua sede del Ayuntamiento madrileño que da nombre a la plaza –la Casa de la Villa–, junto a otros edificios interesantes como la Torre de los Lujanes y la Casa de Cisneros.
En la zona que corresponde principalmente al antiguo trazado medieval de la ciudad, llamada “Madrid de los Austrias”, encontramos lugares tan fantásticos como la Plaza de Isabel II –más conocida como la Plaza de la Ópera–, que diariamente reúne a muchos locales y que posee en el centro de una estatua de la reina Isabel II. En el lado oeste de la plaza se encuentra el majestuoso Teatro Real –da también da a la Plaza Oriente–, que cuenta con una magnífica decoración interior. A pocos metros de aquí encontramos el Palacio Real, que fue construido durante el siglo XVIII sobre el antiguo emplazamiento del Alcázar por mandato de Felipe V.
Por último no hay que perderse la famosa Puerta de Alcalá, un arco de triunfo de granito de casi veinte metros erigido durante el siglo XVIII para conmemorar la llegada del rey Carlos III, ni tampoco la Gran Vía, la avenida más conocida y concurrida de la ciudad en la que encontramos numerosos establecimientos de todo tipo, especialmente restaurantes y tiendas de moda.
Situada estratégicamente en el centro de la Península Ibérica sobre la Meseta Central, la ciudad de Madrid ha sido durante el devenir de la Historia un punto clave a lo largo de los siglos, lo que le ha proporcionado uno de los cascos antiguos más extraordinarios de Europa.
Aunque estuvo habitada desde el Paleolítico, no fue hasta convertirse en el siglo XVI en capital del imperio –por orden de Felipe II– que comenzó a tener una gran relevancia política en la región. Ello trajo consigo un floreciente periodo entre los siglos XVI y XVII que le ofrecería alguno de los monumentos más representativos de la ciudad, como la Plaza Mayor, en la zona conocida como “Madrid de los Austrias”.
No cabe duda de que actualmente uno de los iconos de Madrid es el famoso Rastro, un mercado al aire libre que se celebra durante los domingos y festivos en el céntrico barrio de La Latina, en los alrededores de la Plaza de Cascorro. Abierto desde las nueve de la mañana hasta pasado el mediodía, este evento reúne semanalmente a diversidad de vendedores y a numerosos madrileños, turistas y curiosos que acuden en busca de alguna ganga o para pasear tranquilamente por la zona.
Hoy en día el Rastro ofrece a sus visitantes infinidad de productos de todo tipo, que van desde la bisutería hasta los nostálgicos vinilos musicales, pasando por las artesanías de origen magrebí o los puestos de coleccionistas de sellos. Paseando entre las tiendas, uno puede escuchar a los vendedores ofrecer sus mercancías, a gente regateando o a la música que sale de alguna radio, conformando un encantador bullicio.
Para complementar la experiencia, es habitual que los visitantes combinen las compras y el paseo con un rato de relax, mientras aprovechan para degustar las delicias gastronómicas de la capital. Algo que puede llevarse a cabo en cualquiera de los bares o tabernas que se encuentran en la zona, donde se puede saborear un vino o una cerveza acompañado de unas tapas....el nombre de este mercado podría proceder del rastro de sangre que dejaban en la zona los animales procedentes del antiguo matadero y las tenerías? Y es que el origen de este mercado se remonta precisamente a finales del siglo XV, cuando cerca de la actual Plaza del Cascorro se estableció el matadero.
Ello dio lugar también a la aparición de las tenerías y a la llegada de zapateros, fabricantes de velas y otros oficios que trabajaban con productos extraídos del matadero. Durante el siglo XIX llegarían también los vendedores de ropa y artículos de segunda mano y anticuarios, quienes comenzaron a atraer la presencia de numerosos compradores.
Desde que en el siglo XVIII se instalara en las proximidades la Casa de Correos y muchos otros edificios, la Puerta del Sol se ha convertido en uno de los iconos de la capital, así como en uno de los puntos neurálgicos para turistas y locales. La apariencia actual la debemos a la completa reforma que sufrió durante el siglo XIX, habiendo sido testigo desde entonces de algunos de los acontecimientos históricos más importantes de la ciudad, como la coronación de Fernando VII y la proclamación de la Segunda República Española.
La plaza representa, además, el kilómetro cero de las carreteras españolas y hace de confluencia entre diversas calles históricas de Madrid, por lo que se trata de un excelente punto desde donde comenzar a explorar la ciudad. La plaza, de forma semicircular, acoge numerosos edificios de gran interés, como la mencionada Casa de Correos, cuyo reloj reúne anualmente a miles de personas para celebrar las campanadas de fin de año, que se emiten en directo desde el año 1962.
Finalmente, no hay que olvidar tampoco que en la Puerta del Sol se encuentran tres emblemáticas estatuas, siendo la primera de ellas la del Oso y el Madroño, elaborada por Antonio Navarro Santafé, que representa uno de los símbolos del escudo madrileño. La segunda de ellas es la de Mariblanca, réplica de una estatua del siglo XVII que se encontraba sobre una fuente de la plaza, y finalmente la de Carlos III, el monarca que durante el siglo XVIII contribuyó a la enorme modernización de las infraestructuras de la ciudad.
…que, aunque hoy no podamos ver ninguna puerta en la plaza, originariamente la Puerta del Sol era una de las entradas al recinto amurallado de la ciudad. Una de las teorías considera que su nombre procede por estar situada en la cara Este de aquélla, mientras que otros apuntan a que se debe a la época de la rebelión de los comuneros, cuando se pintó en la puerta la figura de un sol de manera ornamental.
La preciosa localidad madrileña de Alcalá de Henares fue declarada en 1998 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en reconocimiento por su condición primera ciudad universidad planificada. La declaración de la UNESCO refiere a todo el recinto histórico de Alcalá de Henares, desarrollado en la Edad Media, y explícitamente a la Universidad, cuya creación supuso a partir de finales del siglo XV una extraordinaria expansión cultural y artística durante el Renacimiento y el Siglo de Oro. Así pues, este reconocimiento de la UNESCO va mucho más allá de la riqueza monumental de su casco antiguo, pues incluye también la importancia cultural que la ciudad tuvo desde finales del siglo XV.
No ha de extrañar, pues, que por esta ilustre ciudad pasaran grandes eruditos, escritores y pensadores de la talla de Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca, Lope de Vega y San Ignacio de Loyola, siendo además la cuna de nacimiento del gran Miguel de Cervantes, quien todavía impregna buena parte de la actividad cultural de Alcalá de Henares.
Pero años antes de la declaración de la UNESCO, en 1968 la ciudad había sido ya declarada como Conjunto Histórico-Artístico, englobando así toda una larga lista de edificios y monumentos relevantes que ya a comienzos del siglo XX habían sido catalogados por su importancia histórica y arquitectónica. Es el caso, entre otros, del templo y convento de las Bernardas, de parte del edificio de la Universidad, de la Iglesia Magistral y del Palacio Arzobispal. Todo ello ha ido permitiendo que, a lo largo de las décadas se afiancen las herramientas jurídicas y económicas para una mayor conservación, rehabilitación y estudio de todo este legado de valor incalculable. Entre éste, cabe destacar en primer lugar su Catedral gótica, frente a la que se celebra anualmente la popular representación de “Don Juan Tenorio” y que anteriormente fue la Colegiata de los Santos Justo y Pastor. Destruida en buena parte durante la Guerra Civil Española fue rehabilitada durante el mismo siglo XX hasta recuperar su belleza original. Otro de los edificios insignia Alcalá de Henares es el del Colegio de San Ildefonso –Universidad de Alcalá–, iniciado por el cardenal Cisneros durante el siglo XV. En ella destacan sus numerosos patios, la sala del Paraninfo y la impresionante fachada plateresca. Tampoco hay que perderse dos de los palacios más importantes y hermosos de la ciudad. Por una parte, el mencionado Palacio Arzobispal, el que fuera la antigua residencia de los arzobispos de Toledo entre los siglos XIII y XIX, junto al que se encuentra un fantástico torreón reminiscencia del periodo en que el edificio tuvo un papel más defensivo. Por la otra, el Palacio de Laredo, una espectacular mezcla de elementos estilísticos y decorativos con una base neomudéjar, obra del arquitecto Manuel José de Laredo.…el reconocido autor de la obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, Miguel de Cervantes, nació en Alcalá de Henares en el año 1547? Su infancia estuvo marcada por los problemas económicos familiares, que le llevaron a vivir en distintas ciudades españolas, dificultando su formación intelectual. Según algunos escritos, sin embargo, es probable que Cervantes frecuentara las universidades de Alcalá de Henares y de Salamanca.
Tras once años en Italia –en los que entre otras cosas ingresó en la milicia y estuvo en prisión– regresó a España y trabajó de cerca con el campesinado, que tan bien reflejaría posteriormente en su obra magna. En 1605 apreció publicada la primera parte de Don Quijote, que sería seguida por la segunda en 1615, algunos meses antes de su muerte.
Hoy podemos seguir los pasos de uno de los escritores más importantes de la literatura universal gracias a iniciativas como la “Ruta de Cervantes en Alcalá”, un itinerario por varios lugares relacionados con su vida en la ciudad, como su casa natal –convertida en el Museo Casa Natal de Miguel de Cervantes– y la iglesia donde fue bautizado –que alberga el Centro de Interpretación de los Universos de Cervantes–.
Barcelona es una urbe con vocación internacional, en la cual el comercio, la industria y la vida cultural se localizan por cualquiera de las arterias que recorren la ciudad. Puntera en materias como el diseño, el arte o la arquitectura, Barcelona ha sido durante mucho tiempo sede de importantísimos eventos en nuestro país, además de ser una de las ciudades más dinámicas y activas del país.
Esta ciudad tiene un magnetismo y un encanto que ha atraído desde siempre a los viajeros, que acuden a descubrir su aura artística y cosmopolita. Y es que Barcelona ha sido y es una de las ciudades más vanguardistas del mundo, como evidenció el genial Antoni Gaudí con su arquitectura modernista, que se encuentra repartida por toda la ciudad y que representa uno de los grandes atractivos de la ciudad condal. La Sagrada Familia, el Park Güell y la Pedrera son sin duda algunos de los puntos imprescindibles que deben visitarse en la ciudad.
Respecto a los edificios religiosos que se encuentran repartidos por toda la ciudad, tienen especial relevancia la Catedral, ubicada en el barrio gótico, y la Basílica de Santa María del Mar –la llamada Catedral de los pobres–, que se encuentra en el barrio del Born, no muy lejos de la anterior. Ambos barrios, que forman parte del casco antiguo de la ciudad, merecen ser recorridos con calma, pues esconden rincones tan encantadores como la Plaza de Sant Felip Neri y la Plaza del Pi, que nos remontan al pasado medieval de la Ciudad Condal.Para disfrutar del paseo y de la esencia barcelonesa no hay que olvidarse de recorrer las transitadas Ramblas o el majestuoso Paseo de Gracia, donde además de encontrar algunas de las obras de Gaudí se concentran numerosas tiendas de moda y de grandes marcas. Tampoco hay que desaprovechar la ocasión para acercarse a visitar alguno de los mercados de barrio de la ciudad, siendo el de la Boqueria –ubicado en las mismas Ramblas– y el de Santa Caterina –cerca de la Catedral–, dos de los más entretenidos y vistosos.Finalmente, aquellos que quieran disfrutar del carácter mediterráneo de la ciudad, no deben perder la oportunidad de acercarse al barrio marinero de La Barceloneta, donde además de poder disfrutar de la deliciosa gastronomía catalana, podrán realizar un agradable paseo frente al mar. A lo largo de la costa urbana se suceden numerosas playas en las que deleitarse con las aguas del Mediterráneo, en las que además puede aprovecharse para disfrutar de la amplia oferta de deportes acuáticos.…en las cercanías de la ciudad de Barcelona se encuentra la enigmática montaña de Montserrat? Encaramado en la cima se ubica el monasterio del mismo nombre, símbolo de la región, que alberga la emblemática figura de la Virgen de Montserrat –más conocida como la “Moreneta”, muy venerada por los catalanes.
Desde la capital catalana también se puede visitar en un corto trayecto el Delta de Llobregat, que conforma un bello Parque Natural, así como la montaña de Collserola –en lo alto de la que se encuentra el Tibidabo–, el monasterio de Poblet y algunas localidades costeras de gran interés, como Sitges.
Uno de los puntos más atractivos de la ciudad de Barcelona es la célebre montaña de Montjuïc, que además de reunir un extraordinario conjunto de museos, jardines y lugares de gran interés, tiene una gran relevancia histórica, pues está muy vinculada a la Exposición Universal de 1929 y a los Juegos Olímpicos del 1992. Se trata también de un fantástico lugar donde realizar un paseo y disfrutar de las vistas sobre la ciudad condal, por lo que supone una completa visita.
Uno de los accesos más habituales es el que da en la Plaza de España, a través de una amplia avenida en la que nos recibe la Fuente Mágica, una gran fuente central que en determinadas ocasiones durante la semana realiza un fantástico espectáculo de agua, luz y sonido. Otro de los principales atractivos que podemos visitar en Montjuïc son los diversos jardines que se encuentran repartidos a lo largo de toda la colina, siendo el Jardín Botánico uno de los más emblemáticos. Cabe mencionar también los jardines de Joan Brossa, los de Laribal –inspirados en la Alhambra de Granada–, los de Mossèn Jacint Verdaguer o los de Costa i Llobera.
Dentro de los monumentos históricos que alberga este paraje encontramos, en primer lugar, el Castillo de Montjuïc, que domina la montaña y todos los accesos marítimos a la ciudad. No es de extrañar, pues, que desde allí se obtengan algunas de las vistas panorámicas más extraordinarias de la ciudad. Por otra parte, en la montaña se ubica también lo que se conoce como el Anillo Olímpico, que corresponde al conjunto de edificios donde tuvieron lugar muchas de las competiciones de los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Mención aparte merece el Pueblo Español, un recinto que fue creado para la Exposición Internación del año 1929 y que representa fielmente algunos de los pueblos y rincones más bellos de la geografía española. Muy cerca de éste se encuentra la Fundación Joan Miró, que alberga una fantástica colección de obras del autor y que expone itinerantemente diversas muestras de arte contemporáneo.Para los amantes de los museos, hay que decir que pueden aprovechar la visita a Montjuïc para conocer alguno de los mejores de la ciudad. Es el caso del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) –ubicado en el fantástico Palacio Nacional–, el Museo de Arqueología de Cataluña, el Museo Etnológico de Barcelona o el CaixaForum.…que en uno de los laterales de la Plaza de España –uno de los principales accesos a Montjuïc–, se sitúa Arenas de Barcelona, uno de los mayores centros comerciales de la ciudad.
Está ubicado en una antigua plaza de toros de estilo neomudéjar y permite el acceso a la terraza superior, que configura un fantástico mirador de 360° sobre la ciudad.
La Basílica de la Sagrada Familia es sin duda uno de los grandes emblemas de la ciudad de Barcelona, por lo que cada año atrae la presencia de millones de visitantes. Éstos acuden de todas partes del mundo para ver de cerca una de las maravillas arquitectónicas del mundo, obra cumbre del famoso Antoni Gaudí e incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad realizada por la UNESCO.
A pesar de que comenzó su construcción en 1882, el edificio sigue actualmente en construcción, pero es tal su belleza que aun así se ha erigido como una de las visitas imprescindibles de la ciudad condal. En él, el prestigioso arquitecto catalán dedicó buena parte de su vida y lo mejor de su talento para armonizar la simbología cristiana a las ornamentaciones orgánicas, elementos que configuran hoy su principal seña de identidad.
El templo expiatorio diseñado por Gaudí se compone de cinco naves, tres de las cuales conforman una cruz latina encabezada por un ábside, decoradas en su interior por enormes columnas que imitan los troncos de los árboles. Exteriormente, el edificio presenta tres fachadas que simbolizan el nacimiento de Jesús, su muerte y resurrección, y la gloria de su mensaje, mientras que las torres que las flanquean representan los doce apóstoles de la Biblia –algunas de las cuales todavía están por construir–.
A éstas habrá que añadirle seis más en un futuro, que simbolizarían los cuatro Apóstoles, la Virgen María y Jesús. Actualmente se puede adquirir una entrada complementaria para visitar alguna de las torres de la basílica, una oportunidad única para obtener una panorámica excepcional de Barcelona y para contemplar algunos detalles únicos de la rica ornamentación que caracteriza el edificio.
En 1866 se fundó la Asociación Espiritual de Devotos de San José, una organización religiosa que adquirió una parcela gracias a varios donativos para la construcción de un templo expiatorio. En 1882 se pondría la primera piedra, en un acto amparado por el propio obispo de la ciudad, pero las discrepancias entre los promotores y el arquitecto original harían que la continuación de la obra se encargara finalmente a Antoni Gaudí.
Éste asumió la construcción en 1883 y, años después, desestimaría el antiguo proyecto neogótico para concebir el proyecto que hoy podemos admirar, cargado de simbolismo y de grandes innovaciones decorativas y arquitectónicas. Así, en 1892 comenzaba la fachada del Nacimiento, iniciando un proceso constructivo al que se dedicaría hasta el momento de su muerte, en el año 1926.
El Monasterio de Montserrat, un santuario benedictino situado a más de setecientos metros por sobre del nivel del mar, cuenta con una historia milenaria y es hoy uno de los centros religiosos más importantes de Cataluña. El paisaje que rodea este enclave, además, está catalogado como Parque Natural, lo que nos da una primera pista de la extraordinaria belleza que nos espera, así como del valor cultural e histórico que allí se encuentra.
La peculiar silueta de la montaña, además, es visible desde varios kilómetros de distancia y se ha convertido en uno de los iconos más reconocibles de toda Cataluña. A ello hay que sumarle el hecho de que en el Monasterio se conserva la emblemática figura de la Virgen de Montserrat –más conocida como la “Moreneta”– que, según cuentan, fue encontrada en una gruta de la misma montaña y que representa uno de los símbolos religiosos del país.
El espacio que ocupa este santuario católico, enclavado en las rocas, se distribuye en distintas plazas y edificios, lo que nos permite alternar las visitas con el reposo que merece su visita. Entre los puntos de más interés podemos mencionar la Basílica, que originariamente fue construida en el siglo XVI –aunque sufrió algunas remodelaciones posteriores–, el monasterio propiamente dicho, donde destaca un hermoso claustro neorrománico, o la Santa Cueva, lugar donde fue encontrada la talla de la Virgen.
Merece la pena también visitar el Museo de Montserrat, que alberga una de las colecciones artísticas más interesantes del país y que fue diseñado por el prestigioso arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Aunque en el siglo XIX se perdió todo el valiosísimo patrimonio histórico recopilado durante siglos, a partir de comienzos del siglo XX se inició nuevamente la colección museística vinculada al monasterio, llegando a convertirse en 2006 en Museo de Interés Nacional.
…que, a finales del siglo IX, unos jóvenes pastores siguieron una luz en la montaña de Montserrat hasta encontrarse con la imagen de la Virgen, situada dentro de una cueva. Fue entonces cuando el obispo de Manresa habría decidido construir una pequeña ermita que, a través de los siglos, acabaría convirtiéndose en el complejo monástico que hoy podemos admirar, atrayendo la presencia de personajes tan relevantes como Ignacio de Loyola.
Denominado oficialmente Reino de España, el país dispone de una superficie total de 504.645km2, que le convierte en el cuarto país más extenso del continente europeo. Fronterizo con Francia, Andorra, Portugal, Reino Unido –Gibraltar– y Marruecos, está organizado en diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, encontrándose principalmente su territorio en la Península Ibérica y en los archipiélagos de las Islas Baleares y de las Islas Canarias.
Sus dimensiones y su situación geográfica, así como su orografía, le propician una gran diversidad de paisajes y climas, que van desde el clima oceánico del litoral cantábrico hasta el clima de alta montaña que encontramos en cordilleras como los Pirineos, pasando por el clima subtropical de las Canarias y el semiárido que encontramos en algunas zonas de Almería. Sin embargo, es el clima mediterráneo el predominante en buena parte de su geografía, dotado de temperaturas suaves y precipitaciones durante buena parte del año, a excepción del verano.
El castellano es el idioma oficial del Estado, existiendo otras lenguas que son cooficiales en determinadas comunidades autónomas, conforme a los distintos Estatutos de Autonomía con los que se organiza el territorio. En relación a su población, España supera los cuarenta y cinco millones de habitantes, con una distribución irregular a lo largo del territorio y una densidad mediana bastante menor a la media del resto de países de Europa Occidental.
Por lo que respecta a la cuestión religiosa, el Estado se autodefine en la Constitución como aconfesional, garantizando la libertad religiosa y de culto de los individuos. Tradicionalmente, sin embargo, el catolicismo es la religión predominante en el país –con cerca del 70% de la población, incluyendo a los no practicantes–, seguido en número de miembros por el protestantismo y el islam.
Dicho todo esto, sólo queda dejarse llevar por la curiosidad y acercarse a conocer la variedad de territorios y tradiciones que componen el país a través de cualquiera de nuestros circuitos.
…en España existen un total de diecisiete Comunidades Autónomas y dos Ciudades Autónomas? Cada una de ellas cuenta con sus propias características y competencias políticas, tal como se estableció en la Constitución de 1978 y en los sucesivos pactos, dividiéndose a su vez en diferentes provincias.
Actualmente se considera que el nombre del país procede de la palabra latina “Hispania”, nombre con el que hacía alusión a la Península Ibérica tras la conquista romana. Éstos fueron precisamente uno de los numerosos pueblos que habitaron estas tierras, aprovechando su situación geográfica estratégica y considerando que más allá del océano se hallaba el fin del mundo.
Debido a la influencia que los diferentes pueblos dejaron en las distintas comunidades –cada una de ellas con su particular Historia–, y aunque formen parte del mismo Estado, la inmensa variedad de rasgos propios, de monumentos interesantes y de celebraciones tradicionales, así como de su gastronomía convierten a cada Comunidad en un mundo particular, por lo que merece la pena visitar el territorio en toda su extensión.
España cuenta con una enorme variedad de paisajes de gran belleza –con diversas regiones catalogadas por ejemplo como Reservas de la Biosfera–, y se encuentra entre los países del mundo con un mayor número de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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