Dos ciudades en una
Bérgamo es ciudad capital y provincia de la región de Lombardía, a aproximadamente 50 Km. al noreste de Milán. En el siglo VI a.C. fue ocupada por los etruscos y más tarde saqueada por bárbaros del norte y más tarde por los galos.
Los romanos la reconquistaron gracias a las legiones de Torquato. Comienza con los romanos un período de prosperidad y la antigua "Barra" pasa a llamarse Bergomun. Es Julio racias a un edicto les otorga la ciudadanía en el año 49 a.C. Como en todo el imperio, el cristianismo llega a la ciudad y tiene su mártir en San Alessandro, hoy patrono de la ciudad.
Seguidamente a la caída del imperio, Bérgamo fue saqueada, invadida y destruida en numerosas oportunidades hasta que la ciudad, prácticamente desierta, fue ocupada pacíficamente por los lombardos en el año 569.
En el año 1167, la ciudad se integra a la Liga Lombarda, vive guerras civiles y conflictos políticos de todo tipo durante siglos, incluidas dos invasiones francesas y siete españolas, además de pestes y hambrunas. Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad no sufrió bombardeos.
La provincia de Bérgamo y la ciudad son un destino turístico ideal. La región brinda un clima templado y la posibilidad de practicar deportes durante todo el año en un marco natural excelente y la ciudad no nos deja indiferentes por el arte y la cultura que forman parte de su patrimonio.
La provincia está situada en la parte oriental de Lombardía, al pie de los prealpes, desgranándose entre colinas y el valle del río Po. Sus numerosas estaciones de esquí dan fe de la belleza de la región durante la temporada invernal y el senderismo nos permite apreciarla durante los cálidos días de verano. Durante los días de otoño el paisaje no deja de ser mágico con sus colores amarillos, rojos y anaranjados y en primavera es un estallido de vida. Todo el norte de Italia es famoso por sus lagos majestuosos, en la provincia de Bérgamo se encuentran el lago Iseo y el Endine, menos conocidos pero no menos agradables y aptos para la práctica de numerosos deportes o simplemente pasear por sus orillas rodeadas de bosques.
Bérgamo capital está rodeada por una muralla construida en el siglo XVI de aproximadamente 5 Km. con cuatro puertas, la de San Agostino, la de San Lorenzo, la de San Alessandro y la de San Giacomo.
La ciudad tiene dos zonas claramente identificadas: la ciudad baja, a 249 metros sobre el nivel del mar y la ciudad alta, a 365 metros de altitud. Cuando nos acercamos a la ciudad, sólo percibimos la ciudad alta, desgranada aquí y allá sobre las laderas de las colinas.
Bérgamo es una ciudad absolutamente accesible con todos los medios de transporte. Viajar en avión a Bérgamo es fácil y económico ya que muchísimas compañías de bajo costo llegan, además de las compañías tradicionales, al aeropuerto "Orio al Serio", que se encuentra a escasos 5 Km. del centro de la ciudad. El transporte hacia la estación de trenes de Bérgamo se puede realizar en autobuses que tienen una frecuencia de 30 minutos entre las 04 y las 24h y el trayecto dura apenas unos 20 minutos aproximadamente. La zona de la estación de trenes, Piazza Gugliemo Marconi, también es el nudo del transporte público y salen muchos autobuses hacia las localidades cercanas, en el caso de que hayamos optado por vacaciones rurales en la región y no nos alojemos en la capital. Si viajamos en autobús desde otras regiones de Italia o Europa, el mismo también nos deja en la zona de la estación de trenes.
La estación de trenes de Bérgamo está situada en la parte baja de la ciudad y recibe trenes de Milán y de Brescia, ambas a una hora de viaje. La conexión es fluida, llegan y salen trenes hacia esos destinos a cada hora.
Viajar en coche es rápido y muy cómodo ya que la autopista A4 que llega a Bérgamo enlaza con todas las autopistas del norte de Italia (Debemos señalar que durante la temporada alta la densidad del tránsito es altísima) y podemos acceder desde todos los rincones de Europa, las rutas y caminos secundarios están en muy buenas condiciones y si viajamos en coche podemos optar por las mismas para disfrutar los paisajes de la región que son magníficos. Ya en la ciudad, es preferible dejar el coche en un estacionamiento y recorrerla a pie -Bérgamo capital se caracteriza por sus calles estrechas- o utilizar el funicular y el autobús.
Bérgamo, si bien está opacada por el brillo de Milán, Verona y Venecia, localidades vecinas del norte de Italia, y no recibe la cantidad de turistas extranjeros que ellas reciben, no deja de contar con una plaza hotelera ,tanto en la ciudad como en la provincia, de una gran diversidad y acorde a todos los gustos, presupuestos y tipo de vacaciones que pensamos tomar. Hay hoteles de cuatro, tres, dos y una estrella, hay hoteles boutique para una escapada romántica, hay hoteles resort con muchísimas actividades, hay hoteles Spa para un descanso completo, hostales y albergues juveniles, apartamentos en alquiler en la ciudad o casas rurales para ecoturismo o para una estadía esquí y campings al borde de los lagos cercanos, incluso con alquiler de bungalows y todos los servicios. También podemos encontrar habitaciones en casas particulares y todas suerte de alojamiento cerca de las estaciones de invierno, de los lagos o en los alrededores del centro histórico. También cuenta con una buena oferta de Bed&Breakfast y de residencias históricas refaccionadas para recibir pasajeros y brindar una atención de nivel superior.
A pesar de no representar hasta el momento un destino turístico masivo, Bérgamo recibe mucho turismo nacional y de los países limítrofes, por que es aconsejable reservar alojamiento con anticipación durante la temporada alta de la región que es de marzo a octubre y durante las vacaciones de invierno.
En Bérgamo visitamos dos ciudades en una, diferentes pero íntimamente unidas no sólo por la historia sino también por hermosas calles estrechas y centenarias escaleras que serpentean entre una y otra articulando la ciudad baja con la ciudad alta. Bérgamo tiene lugares hermosos, un ambiente especial y una increíble calidad de vida. A Bérgamo hay que visitarla sin itinerarios precisos, podemos comenzar a conocerla por la ciudad alta, la histórica, dejándonos seducir por su casco histórico, sus monumentos, sus plazas que recuerdan tanto a Venecia, como la Piazza Vecchia, una plaza que para el prestigioso arquitecto Le Corbusier, era la plaza más hermosa de Europa, para maravillarnos con la vista de los Alpes desde muchísmos emplazamientos como el Campanone, una torre medieval de 52 metros de altura o desde della Rocca, un castillo fortificado o desde la Torre di Gombito en el cruce de las Via Gombito y Via San Lorenzo.
Los recorridos históricos por las calles Pignolo o Sant'Alessandro, o desde las murallas pasando por la puerta Sant'Agostino hasta el centro de la ciudad baja son itinerarios ideales descubrir todas las facetas de esta ciudad. El funicular no sólo facilita los desplazamientos entre la planicie y las colinas también nos ayuda a reconocer lo maravilloso de esta ciudad que es muchas en una sola administración política.
Las murallas defensivas construidas alrededor de la ciudad originaria y el crecimiento de los suburbios en siglos posteriores permitió este aspecto fundamental de Bérgamo. La ciudad antigua permaneció arriba y la expansión natural fue dando forma a la ciudad nueva o baja, fundamentalmente durante el siglo pasado. Esa articulación se constata paseando por su columna vertebral, la Via Vittorio Emanuele y su prolongación hasta la estación de trenes. El encanto de Bérgamo no reside sólo en su patrimonio artístico sino en esta singularidad. Es en el casco histórico de la ciudad alta donde encontramos el patrimonio cultural de Bérgamo y está dentro de los límites de la muralla construida por Venecia en el siglo XVI, visitarla, recorrerla, admirarla es un placer. Sus calles estrechas, medievales, sus torres y campanarios, sus edificios y plazas nos permiten ver la impronta de los romanos en el estilo de urbanización.
El funicular nos transporta desde la ciudad baja hasta la alta y desde la puerta Sant'Alessandro vuelve a partir hacia la cima del monte San Vigilio desde donde se obtiene una vista panorámica de toda la región.
La provincia de Bérgamo y la ciudad son un destino turístico ideal. La región brinda un clima templado y la posibilidad de practicar deportes durante todo el año en un marco natural excelente y la ciudad no nos deja indiferentes por el arte y la cultura que forman parte de su patrimonio.
La ciudad tiene dos zonas claramente identificadas: la ciudad baja, a 249 metros sobre el nivel del mar y la ciudad alta, a 365 metros de altitud. Cuando nos acercamos a la ciudad, sólo percibimos la ciudad alta, desgranada aquí y allá sobre las laderas de las colinas.
Bérgamo, si bien está opacada por el brillo de Milán, Verona y Venecia, localidades vecinas del norte de Italia, y no recibe la cantidad de turistas extranjeros que ellas reciben, no deja de contar con una plaza hotelera ,tanto en la ciudad como en la provincia, de una gran diversidad y acorde a todos los gustos, presupuestos y tipo de vacaciones que pensamos tomar.