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Toulouse, bellísima ciudad edificada en ladrillo rosa está acunada dulcemente por las aguas del Garona y del Canal du Midi y su ambiente monacal seduce cada año a más turistas que la descubren como destino turístico para una escapada romántica, una semana de descanso o las vacaciones anuales.
Toulouse tiene la segunda universidad en importancia y prestigio de Francia, es la patria del Airbus, del rugby y su energía es arrolladora.
Su patrimonio histórico y cultural no ha llamado la atención como sus logros educativos, deportivos o industriales pero son de una riqueza sorprendente.
Entre sus edificios, de ladrillos rosas y rojos, podemos descubrir maravillas como su Capitole, su Basílica Saint Sernin y su edificio vecino el antiguo colegio Saint Raymond, o el imponente Monasterio de los Jacobinos y las magníficas mansiones particulares.
Las atracciones de Toulouse van desde el museo que alberga el legado religioso de la Orden de San Agustín a la impactante "Ciudad del Espacio", todos encontraremos el modo de satisfacer nuestra curiosidad y de deleitarnos viendo lo que en casa no encontraremos.

La historia de Toulouse remonta al siglo IV AC cuando era una pequeña aldea habitada por los Volques Tectosages, un pueblo celta originario de Europa central. Durante los siglos II y III AC estuvo dominada por los romanos que la llamaron "Tolosa" nombre también con el que se conocía a la ciudad en español pero que cayó en desuso en favor de los nombres originales de las grandes ciudades.
El obispo San Sernin (San Saturnino en español) fue el pionero en la evangelización de la ciudad y murió martirizado convirtiéndose en una personalidad destacada de la ciudad, vemos no sólo la Basílica de San Sernin sino también diversos monumentos erigidos en su honor.
Luego de la caída del Imperio Romano, los Visigodos se apoderaron de la región y nombraron a Toulouse capital del reino. En el siglo VI, la ciudad fue anexada al reino de Clovis. La dinastía de los Condes de Toulouse apareció tres siglos más tarde con Raymonde I. Esta dinastía fundó el "Capitolio" y nombró los "Capitouls" -consejeros de estado para la administración de la región- entre los ricos mercaderes y burgueses de la ciudad. Para simbolizar su nombramiento estos consejeros construían una o varias torres en sus casas y que aún hoy pueden observarse, son los famosos "Hotel" de Toulouse.
En el siglo XI estalló la crisis de los cátaros, una parte de la burguesía local adhirió a esta nueva doctrina y las divisiones se acentuaron. El asesinato de su delegado empujó al Papa Inocencio III a lanzar la Cruzada Albigense. El rey por su parte envió tropas al mando de Simón de Monfort quien fue abatido bajo los muros de Toulouse en 1218. Luego de 10 años de lucha, el Tratado de París de 1229 puso fin al conflicto.
El condado de Toulouse mantuvo su independencia cierto tiempo y en 1271 fue anexado al dominio real. En esa misma época la ciudad fundó los cimientos de su primera universidad y comenzó a erigirse como centro intelectual rivalizando con París.
En el siglo XV, con el desarrollo del comercio a nivel internacional, los mercaderes tolosanos se enriquecieron notablemente y construyeron hermosas viviendas "hoteles particulares" que aún hoy podemos admirar.
No escapó Toulouse a las pestes y epidemias del siglo XVII, sin embargo, construyó el Canal du Midi, una obra maestra de la ingeniería que hoy es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Desde hacía mucho tiempo que se buscaba el modo de unir el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo a fin de evitar la navegación cerca de las costas españolas, las tormentas y los sucesivos asaltos a los barcos cargados de mercancías. Este canal desemboca en el Port de l'Embocouchure al igual que el canal de Brienne que une el río Garona y uno de sus afluentes hasta el Océano Atlántico.
La urbanización de Toulouse se aceleró en el siglo XIX, se construyeron grandes bulevares, la estación Matabiau y con el estallido de la Primer Guerra Mundial comenzó a desarrollarse la industria aeronáutica que hoy es orgullo de los tolosanos.

Comenzaron poco después las oleadas de inmigrantes, refugiados del fascismo y de la guerra de Argelia fundamentalmente, que hicieron crecer la población progresivamente y llevaron a Toulouse a ser la cuarta ciudad más densamente poblada de Francia.

Viajar a Toulouse en avión es muy cómodo ya que su aeropuerto el "Toulouse-Blagnac" se encuentra a sólo 8 Km. del centro de la ciudad y recibe vuelos internacionales y de cabotaje de las grandes compañías, pero también vuelos chárteres y de bajo costo. Podemos trasladarnos hasta el centro de Toulouse utilizando el servicio privado de mini autobuses o taxis o bien utilizar el autobús que sale del andén 2 con una frecuencia de 20 minutos de 7.35 a 0.15h, el valor del pasaje es de adultos 4 &euro, menores de 25 años 3,20 &euro y debemos considerar 20 minutos para llegar al centro. El taxi tiene un costo diferenciado de 22 &euro durante el día y de 25 &euro durante la noche.
Si deseamos viajar en tren, la estación de trenes "Gare Matabiau" recibe trenes de alta velocidad, trenes especialmente concebidos para turistas y familias como el "Corail Téoz" donde se pueden subir bicicletas y que cuenta con un espacio especial para los niños y trenes que transportan el coche para aunar un viaje descansado por un lado y la posibilidad de contar con nuestro propio coche para recorrer los alrededores. La estación de trenes se encuentra en el centro mismo de Toulouse, justo en frente del célebre Canal du Midi. Junto a la estación de trenes se encuentra la terminal de ómnibus a la que llegan autobuses de todas las regiones de Francia y Europa.
Para viajar a Toulouse en coche debemos encontrar las autopistas: A61(Carcassonne, Montpellier, Barcelona), A62 (Montauban, Agen, Bordeaux, Limoges, París), A64 (Foix, Lourdes, Bayonne, San-Sebastián), A68 (Lavaur, Albi) o A66 (Pamiers, Foix, Andorra) y debemos saber que el aparcamiento en la zona céntrica está regulado por parquímetros de 9 a 20h con un costo de 0,20 &euro, 0,50 &euro, 1,50 &euro, 2 &euro y 3 &euro para los lapsos de 8, 20, 60, 90 y 120 minutos respectivamente.

El transporte público de la ciudad es excelente y esta conformado por una eficiente red de autobuses, dos líneas de metro y una de cercanías entre Colomieres y Arenes con un horario de 5.15 a 24h, extendiéndose los días viernes y sábados hasta las 0.40h. Si nuestra estadía va a prolongarse por lo menos una semana y si somos estudiantes o menores de 26 años, una tarjeta magnética para el transporte público se vende a través de Internet a un precio muy conveniente. Los mini autobuses eléctricos llamados "Navette", en el centro de la ciudad, tienen una frecuencia de 15', realizan un recorrido circular por el centro de la ciudad recorriendo: Cours Dillon, Pont Neuf, Carmes, Place Wilson y la Université de Sciences Sociales y son gratuitos, su horario se extiende desde la 9 de la mañana hasta las 19 horas.
El ayuntamiento también facilita el auto transporte en bicicleta ("vélo" en francés) con estaciones de alquiler cada 300 metros. Podemos tomarla en una estación y dejarla en otra. El pago se realiza a través de tarjeta de crédito o abono. El abono puede ser de corta o larga duración, en el primer caso cuesta 1 &euro o 5 &euro por un día o una semana, y en el segundo 10 &euro por un mes. El alquiler de la bicicleta es gratuito por media hora, costando 0,50 &euro la segunda media hora, 1 &euro hasta la segunda hora, 1,50 &euro si nos abonamos por toda la jornada.
Como toda ciudad universitaria y sobresaliente en lo deportivo, Toulouse presenta a la hora de alojarse la ventaja indudable de la oferta, desde los hoteles más suntuosos y deslumbrantes hasta los albergues o casas de huéspedes más económicos, pero la capacidad hotelera del estándar medio se ve colmada si la ciudad recibe algún evento de magnitud. Lo conveniente es saber si nuestra estadía coincidirá con algún evento y hacer reservaciones con anticipación. En Toulouse encontramos Hoteles de las grandes cadenas hoteleras, hoteles de todas las estrellas, hoteles sin estrellas, residenciales de todas las categorías desde la más alta categoría hasta casas de huéspedes para trabajadores inmigrantes, alojamiento en casas particulares, apartamentos para arrendar, albergues para jóvenes y estudiantes hasta campings con una infraestructura asombrosa donde gozamos de todas las comodidades.

Toulouse se presta para todas las modalidades de vacaciones que pretendamos, desde una escapada romántica de dos o tres días hasta un descanso merecido en los alrededores y conociendo la ciudad en dos o tres visitas. Podemos pasear agradablemente siguiendo el curso del Garona y conociendo sus edificios un día y otro dejarnos maravillar por sus callejuelas a la descubierta de las mansiones construidas durante los siglos XVI y XVII.
Como turistas llegamos a Toulouse para precipitarnos hacia su emblema, el famoso Capitole y su plaza, pero pronto descubrimos que la "ciudad rosa" esconde muchos otros lugares y monumentos magníficos.
Los museos de Toulouse se han instalado en los edificios más prestigiosos de la ciudad. El antiguo Convento de los Agustinos, construido en el siglo XV, el antiguo Colegio Saint Raymond, que data del siglo XVI hoy son museos, al igual que el Hotel d'Assézat que presenta la colección privada de la Fundación Bemberg.
El itinerario más seguido por los turistas que visitan Toulouse es el que toma como lugar de partida el famoso Capitole (Capitolio), hoy sede del Ayuntamiento y del Teatro Nacional del Capitole.
Si viajamos en coche, bajo la plaza hay un estacionamiento donde podemos dejar el coche mientras visitamos la ciudad a pie.
Luego de admirar el exterior del "Capitole", que data del siglo XVIII, de un hermoso color ocre, con la inscripción "Capitolium" y ocho columnas de mármol rosa que simbolizan a los ocho consejeros o "capitouls" nombrados por el Conde para administrar el condado, cruzando el porche entramos y descubrimos el patio Henri IV y la Sala de los Ilustres (Salle des Illustres) con bustos de los más célebres tolosanos. Abierto de abril a noviembre, de lunes a viernes de 8.30 a 19h y los sábados y domingo de 10 a 19h. De noviembre a marzo abierto de 9 a 17h. Entrada gratuita. Detrás del edificio, en los jardines del Capitolio se encuentra la antigua Torre de los Archivos o del Homenaje, edificada en el siglo XVI cuando los consejeros o "capitouls" administraban el condado. En la actualidad es sede de la Oficina de Turismo.
Siguiendo nuestro recorrido por la rue du Taur llegamos hasta la iglesia de Notre Dame du Taur, construida en el siglo XIV en honor al santo, supuestamente en el mismo lugar donde fue martirizado en el año 250. Abierta de lunes a viernes de 14 a 19h, los días sábado de 9 a 12h y de 14 a 19.30 y los días domingo de 9 a 13h. Entrada gratuita.
Al lado de la iglesia se encuentra el Museo Saint Raymond y al final de la calle se encuentra la Basílica de Saint Sernin. Volviendo sobre la misma calle hasta la rue du Périgord se encuentra el Convento de las Carmelitas, edificio que data del siglo XVI y conserva una capilla de una decoración remarcable, el resto del convento es posterior ya que el original fue destruido durante la Revolución. Abierto todos los días de 10 a 12h y de 14 a 18h. Entrada gratuita. Podemos terminar nuestro tour tomando una copa en la Place Saint Georges, uno de los lugares para ver y hacerse ver preferido por los tolosanos.

Partiendo desde la rue du Languedoc, a la altura del área de estacionamiento de Carmes, encontramos sobre uno de los laterales, en el N° 36 L' Hotel du Vieux Raisin, edificio de estilo renacentista que data del año 1515 construido por el consejero Bérenguier Maynier, entrando a su patio vemos una decoración exquisita en la que se destacan las estatuas que adornan las ventanas, a la izquierda de la puerta dos ángeles encuadran el escudo de la familia. Subiendo por la rue d'Assuragues, en el N°9 de la rue Ozenne se encuentra el Hotel de Dahaus, se reconoce fácilmente por su torre rematada por una torreta construida en el siglo XVI, sobre el frente, dos leones levantan el escudo de la familia. Volviendo sobre nuestros pasos, tomando la rue des Carmes, luego la rue des Pretres y la rue de Saint-Jean, doblando hacia la izquierda en la rue de la Dalbade encontramos varios hoteles particulares, en el N°22 el Hotel Molinier, en el N°25 el Hotel de Pierre y en frente el Hotel des Chevaliers de Saint Jean de Jérusalem, en la actualidad sede de la Orden de Malta.
El primero de estos hoteles presenta un portón ricamente decorado. El Hotel de Pierre, también conocido como Hotel Clary data del año 1538 y pertenecía al consejero Nicolas de Bagis, su fachada data del siglo XVII y es de piedra, lo que representaba un símbolo superior de riqueza y poder en una ciudad donde el ladrillo era el material de construcción más económico. Retomando la calle hasta la rue de Metz, a la derecha se encuentra el Hotel d'Assézat, sin lugar a dudas el más hermoso de todos. Esta vivienda particular del siglo XVI fue construida por Nicolas Bachelier para Pierre d'Assézat, un mercader quien lamentablemente falleció antes de su terminación. La arquitectura sigue el estilo del Louvre con la superposición de tres estilos en tres niveles: dórico, jónico y corintio. Hoy la Fundación Bemberg ocupa la estructura junto a un museo privado que alberga una pinacoteca, objetos y mobiliario.
Desde el Hotel d'Assézat nos dirigimos al Hotel de Bernuy ocupado en la actualidad por el Liceo Pierre de Fermat tomando la rue de la Bourse primero, luego la rue du Prieuré y finalmente a la derecha la rue Gambetta. En el N°1 de esta calle se encuentra este Hotel, domicilio de Jean de Bernuy, construido a comienzos del siglo XVI por el arquitecto Louis Privat. La puerta es de estilo gótico y se accede a un primer patio, de allí por un pasaje cubierto se accede al segundo patio donde puede apreciarse la escalera de la torre. Lamentablemente no puede visitarse nada más.

Otro itinerario infaltable para los turistas que visitan Toulouse es el paseo por las riberas del río Garona y del Canal du Midi. Partiendo de la plaza Saint Pierre, reducto de estudiantes al caer el día, recorremos el muelle Lucien Lombard donde el follaje de los árboles ofrece una deliciosa distensión durante los días calurosos del verano. Aquí también las casas tienen sus fachadas en ladrillo a la vista. Al final del muelle tenemos una panorámica increíble de la Place de la Daurade, el lugar preferido por las familias tolosanas para un día de esparcimiento. En este lugar se encontraba el antiguo puerto de Toulouse y durante la Edad Media era el centro de comercio por excelencia. Frente al parque se encuentra el imponente Hotel-Dieu y la cúpula del hospicio de Grave.
Siguiendo nuestro recorrido por el muelle del parque llegamos a la iglesia Notre Dame de la Daurade de estilo neoclásico, siguiendo pasamos frente a la Escuela de Bellas Artes y llegamos al Pont Neuf, nombre que no le hace honor ya que en realidad es el puente más antiguo de Toulouse, construido durante el siglo XVI ha resistido numerosos embates del Garona. Cruzamos el río por el puente y a la derecha se encuentra el castillo "Chateau d'Eaux" (castillo de las aguas), que hoy alberga un centro de exposiciones de fotografías.
El barrio de la orilla izquierda es el antiguo barrio de pescadores y hoy un animado barrio popular. Doblando a la izquierda por Cours Dillon descendemos hasta la Prairie des Filtres, parque creado a mediados de la década de 1970 debe su nombre "Pradera de los Filtros" a que en el siglo XIX la arena del lugar se utilizaba para filtrar y potabilizar el agua del Garona que se recuperaba en el castillo que hoy es el centro de arte fotográfico.
No olvidemos nuestra cámara porque desde el Pont Neuf tenemos una vista magnífica de la ciudad y del parque de la Daurade.
Si nos queda aliento podemos llegar hasta los antiguos Abattoirs (mataderos) que hoy son un centro de arte moderno y contemporáneo.

Su patrimonio histórico y cultural no ha llamado la atención como sus logros educativos, deportivos o industriales pero son de una riqueza sorprendente.

Viajar a Toulouse en avión es muy cómodo ya que su aeropuerto el "Toulouse-Blagnac" se encuentra a sólo 8 Km. del centro de la ciudad y recibe vuelos internacionales y de cabotaje de las grandes compañías, pero también vuelos chárteres y de bajo costo.

Podemos pasear agradablemente siguiendo el curso del Garona y conociendo sus edificios un día y otro dejarnos maravillar por sus callejuelas a la descubierta de las mansiones construidas durante los siglos XVI y XVII.