Ciudad histórica
Crisol de civilizaciones, entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, Tánger es la gran puerta de entrada al continente negro.
En un marco privilegiado de océano, mar, bosques y montañas, su clima templado, sus monumentos y sus museos han seducido desde hace años a los europeos, americanos y a todos los aventureros del mundo.
¡Cuántas personalidades de la cultura universal han buscado inspiración en Tánger! Innumerables.
Tánger es la ciudad de África más próxima a Europa, muchas veces deseada por su posición estratégica, desde su fundación en el siglo VI a.C., han peleado por su posesión desde cartagineses hasta ingleses pasando por romanos, fenicios, vándalos, españoles, portugueses y franceses.
Ya desde su constitución esta ciudad estaba destinada, por su ubicación geográfica y estratégica, a una historia intensa. La misma está presente en su cultura, su arquitectura y su forma de ser. Conquistada, sitiada, liberada...Tánger absorbió todas las influencias, todas las culturas que pasaron por su suelo y supo asimilarlas a su acerbo cultural. Durante la primera mitad del siglo pasado, Tánger fue administrada por una "autoridad internacional" dirigida por una docena de diplomáticos europeos. La ciudad tenía su propia administración y leyes al margen del gobierno central de Marruecos.
Entre las medidas implantadas por esta "autoridad internacional" figuraba una gran libertad fiscal que sedujo a bancos y empresas que contribuyeron notablemente a la riqueza de la ciudad.
También sedujo a alimañas de todo tipo que la corrompieron con negocios turbios como contrabando, blanqueo de dinero, atrayendo delincuentes internacionales, prostitución.
En el año 1956, cuando la ciudad fue definitivamente incorporada al reino de Marruecos y desapareció la "autoridad internacional" la ciudad fue saneada, pero el paso incesante de diferentes civilizaciones quedó como impronta particular de esta ciudad increíble, forjada por todas estas influencias y sus diversidades. Numerosos monumentos y museos dan testimonio, desde su medina -netamente hispánica- hasta la arquitectura moderna y ciertas costumbres francesas que han perdurado.
Sin olvidar la permanencia de maravillosas obras arquitectónicas musulmanas como la casbah o el jardín del palacio.
Viajar en avión a Tánger es una experiencia en si mismo, las pistas del aeropuerto se encuentran al borde del mar y el acercamiento es asombroso. El aeropuerto internacional "Tanger-Ibn Batouta" es el cuarto en importancia del país y recibe vuelos de las grandes compañías internacionales y también vuelos de bajo costo. Se encuentra ubicado a escasos 11 Km. del centro de la ciudad, en el sudoeste y como ya dijimos, a orillas del mar. El traslado hasta el centro de Tánger se realiza en taxis y cuenta también con servicio de alquiler de coches de numerosas empresas internacionales.
Si queremos, podemos viajar a Tánger en coche o en autobús ya que podemos llegar hasta la ciudad de Algeciras, en el extremo sur de España y atravesar el estrecho de Gibraltar en ferry, el viaje dura aproximadamente 2.30 horas. También podemos realizar el trayecto más corto en ferry, llegando a la ciudad marroquí de Ceuta, que dura aproximadamente una hora menos y desde esa ciudad viajar a Tánger.
También parten ferrys desde la ciudad española de Almería con destino a Nador o Melilla y desde la ciudad francesa de Sete. Desde esta última el viaje dura más de 36 horas.
Si nuestra intención es pasar un período de vacaciones prolongado, o sea que Tánger no es un destino de escapada romántica o fin de semana largo, otros puertos de Europa realizan la trayecto por el mar Mediterráneo y los ferrys parten de diferentes puertos: Barcelona, Málaga y Tarifa en España o desde Génova y Livorno en Italia, con un promedio de viaje de 24 horas. Son muchas las empresas de ferry que realizan la travesía desde el continente europeo con destino a Marruecos, algunos ferrys llegan directamente a Tánger, otros a Ceuta y algunos a la ciudad de Al Hoceima.
Tánger cuenta con una enorme oferta de hoteles de categoría superior, hoteles de las grandes empresas internacionales, hoteles ressort y hoteles Spa. Sin embargo la oferta en alojamiento medio (hoteles sin categorizar, residenciales, pensiones, etc.) es bastante poca. Si nuestra intención es vivir en Tánger una escapada romántica o un fin de semana para huir del estrés, y nuestro presupuesto es acotado, lo mejor es hacer reservaciones con anticipación. Pero, tenemos la ventaja de poder negociar los precios y obtener buenas rebajas durante la temporada baja. Los hoteles sin categorizar, que se encuentran en las afueras de la ciudad o lejos del circuito turístico, en general son bastante sucios y la atención deja bastante que desear. Si contamos con un presupuesto muy estrecho, quizás lo mejor es dormir en nuestras propias bolsas de dormir y llevar nuestras toallas porque lo proveído por estos hoteles no siempre cumplirá con nuestras expectativas. Sin embargo, a medida que se sube de categoría, la atención mejora de modo asombroso y la atención en los hoteles de 4 y 5 estrellas es excelente. Debemos tener el recaudo de no alojarnos muy próximos a una mezquita ya que el llamado a la oración que se realiza entre las 4 y las 5 de la mañana puede llegar a despertarnos. Si la ventana de nuestra habitación da al patio interior del hotel también, posiblemente, tengamos poca paz ya que los marroquíes pueden llegar a ser muy ruidosos y la actividad comienza muy temprano en la mañana.
Las parejas de hecho y si uno de ellos es árabe, tienen problemas para obtener alojamiento en cualquier lugar. Los marroquíes son muy estrictos en ese aspecto.
En los residenciales o pensiones, la cantidad de habitaciones, en general, no supera las 5 o 6, (si posee más habitaciones el alojamiento está categorizado como albergue o pequeño hotel) la atención es familiar, las comidas se sirven en la cocina y resultan ser una experiencia simpática, sobre todo si se viaja con un grupo de amigos y pensamos quedarnos en Tánger un buen tiempo para recorrer los alrededores o simplemente tomar unas vacaciones anuales, disfrutando del mar. Este tipo de albergue abunda en los barrios costeros como Essaouira.
El arrendamiento de apartamentos también es posible en Tánger donde la oferta es abundante y muchas agencias brindan el asesoramiento y las garantías necesarias.
El alojamiento en casas particulares es posible, fundamentalmente en temporada alta, cuando muchos residentes arriendan habitaciones para los turistas que no encuentran plaza en ningún hotel, algunos son pequeños apartamentos con servicios individuales. Este tipo de alojamiento, no sólo no está registrado por las autoridades sino que son netamente ilegales. En muchos lugares hay promotores que nos ofrecen el dato. Debemos tener en cuenta que si sufrimos algún tipo de fraude las autoridades no intervendrán porque, en definitiva, estamos en "connivencia" con un infractor a las leyes de Marruecos.
Si no tenemos ningún inconveniente, y la familia que abre sus puertas al turista es honesta, conoceremos la hospitalidad marroquí y nos quedará un hermoso recuerdo de nuestras vacaciones en Tánger porque suelen ser exageradamente amables.
Los hoteles y las habitaciones de huéspedes reconocidos aplican una tasa de promoción turística por noche y por persona, la mayoría la tiene incluida en el precio final y está a la vista, para los establecimientos de categorías superiores esta tasa se incluye en la factura final. Debemos asesorarnos correctamente para no tener sorpresas más tarde, al igual que el impuesto comunal y el impuesto a las bebidas.
Si nuestra intención es vivir en Tánger una escapada romántica y nuestro presupuesto lo permite, muchas "riad" -casas muy antiguas refaccionadas con estilo y diseño- semejantes a "hoteles boutique" ofrecen estadías deslumbrantes. La palabra "riad" significa jardín interior y en general mantienen la estructura original de habitaciones que se abren a un jardín interior y son de una sola planta.
Otro tipo de alojamiento son los "dar" cuyo significado es "casa", estas construcciones antiguas, que fueron implacablemente refaccionadas y acondicionadas como pequeños hoteles o Apart Hotel, tienen un máximo de dos plantas y terrazas espectaculares. En estos alojamientos, la atención es hotelera y raramente encontremos el estilo de vida marroquí ya que fueron concebidos para el turismo extranjero.
Tánger también cuenta con numerosos albergues para la juventud, muchos no exigen membresía ni tienen límite de edad. Otros son muy exigentes, incluso no son mixtos. También hay numerosos Hostales ubicados en el centro de la ciudad, incluso en la medina. La mayoría ofrece un servicio de calidad y son muy económicos. También encontramos la oferta de los clásicos Bed&Breakfast. Una oferta de alojamiento curiosa que ofrece Marruecos -en muchos albergues y hostales- es la de permitirnos dormir en la terraza y tomar una ducha por una cifra irrisoria, generalmente menos de 3€.
Acampar en las afueras de la ciudad no está prohibido por la ley pero, por razones obvias no es aconsejable. El camping organizado, en tienda o caravana, deja bastante que desear, en general ofrece sólo lo básico (un lugar donde estar) pero otros, sin embargo, tienen instalaciones dignas de los mejores campings de Europa o Estados Unidos. Los espacios son inmensos, muy bien cuidados, con una calma asombrosa, palmeras, flores exóticas, eucaliptos, parques acuáticos, etc.
Los servicios comprenden electricidad para tiendas y caravanas, agua potable, duchas calientes, baños limpios, servicio para el lavado de ropa, bungalows para alojar desde dos personas a grupos, alquiler de apartamentos de uno y dos ambientes con televisión satelital, restaurantes con especialidades internacionales y marroquíes, vista al mar, piscinas, áreas de deportes...Los mejores se encuentran en las afueras de Tánger, sobre la costa, cerca del cabo Espartel, de las Cuevas de Hércules, al norte de la localidad de Asilah.
Antes de lanzarnos al recorrido de esta hermosa ciudad tengamos en cuenta que el turismo y las diferencias sociales han posibilitado el surgimiento de falsos guías y muchas variedades de pequeña delincuencia y fraudes, entonces, tengamos cuidado con ofrecimientos que nos hagan en la calle y tratemos de pasear sólo durante las horas diurnas por los lugares alejados del circuito turístico.
Como la mayoría de las ciudades de Marruecos, Tánger tiene su casco histórico en la ciudad vieja o "medina" y su ciudad nueva, construida alrededor de la misma. La ciudad nueva fue construida por los franceses a principios del siglo pasado y guarda todos los criterios de su concepción arquitectónica.
A la entrada mismo de la medina se encuentra el Gran Zoco o Gran Mercado (el escritor Joseph Kessel le dedicó un libro).
Todos los mercados de los países árabes tienen un maravilloso efecto sobre los sentidos, al tumulto de los comerciantes, compradores y visitantes se agregan los colores brillantes de las mercaderías y los perfumes intensos de especias, todo produce una estimulación sensorial indescriptible y comprendemos porque tantos artistas e intelectuales sucumbieron a su encanto, no olvidemos, que este lugar se mantiene inalterable desde hace cientos de años.
Paseando por las estrechas calles de la medina encontramos la hermosa plaza del pequeño mercado o Pequeño Zoco, un lugar ideal para sentarse, beber el delicioso té de menta de Marruecos y dirigirnos desde allí hasta una espectacular terraza que nos brinda una vista panorámica del estrecho de Gibraltar, el puerto y la bahía, desde allí también parten numerosas excursiones hacia las atracciones de los alrededores, como las famosas Cuevas de Hércules. No lejos se encuentra la Gran Mezquita, un templo que fue construido como mezquita, luego sirvió como iglesia y volvió a ser mezquita en el año 1684. La iglesia de San Andrés, no lejos de la mezquita, posee un campanario semejante a los minaretes de las mezquitas y nos habla del crisol de razas y civilizaciones que representa esta maravillosa ciudad. Desde la casbah podemos orientarnos hacia el palacio del sultán que se puede visitar ya que funciona en el lugar el museo de Arte Marroquí y el Museo de Antigüedades. Al norte del palacio se encuentra el emblemático café Hafa, frecuentado por personalidades del mundo entero.
Desde la plaza de la casbah se accede a una espectacular terraza con una vista panorámica. Las galerías de arte tampoco faltan en esta ciudad, la galería Delacroix está instalada en el instituto cultural de Francia, en la galería Lawrence-Arnot se exponen obras de artistas marroquíes y extranjeros y en la galería Volubilis encontramos a los artistas de la ciudad.
Al norte de la plaza del Gran Zoco se encuentra el parque Mendoubia, un hermoso lugar para pasear y distenderse. Tánger combina calles estrechas y polvorientas, indiscutiblemente marroquíes con discotecas, restaurantes y terrazas de vanguardia.
La rambla o costanera de Tánger está bordeada de bares, clubes privados, pubs, restaurantes, discotecas, abiertos toda la noche. También hay casinos en los hoteles y piano-bar con presentaciones internacionales.
Los cabarets de moda presentan espectáculos de música marroquí y bailarinas que muestran todo su arte en el dominio de la famosa "danza del vientre" y otros presentan temáticas sudamericanas o españolas.
Tánger ha sido y será una ciudad cosmopolita, un destino mítico y romántico así como un lugar ideal para descansar y reponer energías.
Para los que aman el mar y la playa, Tánger tiene unas playas hermosas y ofrece la posibilidad de bañarse tanto en el Mediterráneo como en el océano Atlántico, existen numerosas escuelas de deportes náuticos y marinas donde podemos iniciarnos en velerismo, submarinismo o natación, entre otras actividades.
La bahía de Tánger ofrece una playa típicamente mediterránea.
La playa Miramonte, está sobre el Atlántico, el cabo Malabata, a sólo 10 Km. del centro de la ciudad, con su faro y su vista panorámica sobre el estrecho de Gibraltar y la costa española, más allá el cabo Espertel, a 14 Km., con un maravilloso bosque de especies como robles o encinas y palmeras y brezos, o aún un poco más lejos, a 33 Km. el pequeño puerto pesquero de Ksar-el-Seghir con una playa magnífica.
El "British Royal Golf de Tánger" fue diseñado en el año 1914 y propone un recorrido excelente en un paisaje sorprendente, desde su punto más alto-el green número cinco- tenemos una vista panorámica de la ciudad.
No es el único legado inglés que permanece en Tánger, también el criquet tiene un lugar y en su estadio compiten equipos nacionales e internacionales. Para el turismo aventura Tánger propone excursiones en camionetas 4x4 al desierto. Si viajamos con niños, los parques acuáticos harán sus delicias.
No obstante, sería una pena llegar hasta Tánger para sólo tirarse al sol y bañarse en el mar ya que esta ciudad esconde tesoros dignos de conocer así como una historia intensa donde fue escenario de luchas, conspiraciones, eventos y lugar privilegiado de inspiración para artistas e intelectuales.
Tánger se balancea entre lugares míticos y sitios vanguardistas, todo en un encuadre geográfico maravilloso, elegida por muchos artistas por la atmósfera especial que en ella se respira, Tánger es inolvidable.
En un marco privilegiado de océano, mar, bosques y montañas, su clima templado, sus monumentos y sus museos han seducido desde hace años a los europeos, americanos y a todos los aventureros del mundo.
Viajar en avión a Tánger es una experiencia en si mismo, las pistas del aeropuerto se encuentran al borde del mar y el acercamiento es asombroso. El aeropuerto internacional "Tanger-Ibn Batouta" es el cuarto en importancia del país y recibe vuelos de las grandes compañías internacionales y también vuelos de bajo costo.
Para los que aman el mar y la playa, Tánger tiene unas playas hermosas y ofrece la posibilidad de bañarse tanto en el Mediterráneo como en el océano Atlántico, existen numerosas escuelas de deportes náuticos y marinas donde podemos iniciarnos en velerismo, submarinismo o natación, entre otras actividades.