Isla Blanca
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Ciudad de vacaciones
En el extremo sureste de la isla se encuentra el arenal de Playa d’en Bossa que, con sus 2700 metros de longitud y 25 metros de ancho, se extiende entre los términos municipal de Sant Josep de sa Talaia y de Ciutat d’Elvissa (Ibiza), de la que se encuentra tan sólo 2,5 kilómetros de distancia. Esta playa es tan popular gracias a su belleza natural compuesta por arena blanca de grano fino y aguas cristalinas, así como por sus condiciones y servicios dispuestos para las vacaciones familiares y deportivas.
La playa de cómodo acceso y estancia, parece creada para el disfrute de todos. Se trata de un talud natural orientado de forma recta hacia el este, al que suele acompañar vientos frescos y moderados. Su zona meridional es más ancha (35 metros) que la septentrional (20 metros) y su explanada presenta una escasa y suave pendiente que lleva a aguas bastante tranquilas y un suave oleaje, lo que proporciona zonas de baños relajadas y seguras. Pero, también, el viento que sopla de mar a tierra permite que en sus aguas se practiquen deportes de vela: windsurf, navegación en catamarán, kitesurf...
Sus aguas al final de la playa, en la zona de roca de la Reserva Natural de Las Salinas, ofrecen un espacio idílico para la inmersión marina; mientras que al sur del arenal, a unos 400 metros de la orilla, sobre una imagen de algas, se halla una zona perfecta para el fondeo de embarcaciones.
Además de estos recursos naturales, la playa se ha provisto de innumerables servicios para todos los gustos: desde ambientes económicos hasta exquisitas zonas de glamur. Sus restaurantes y chiringuitos se salpican por toda la playa y a escasos metros de las arena dando la bienvenida a bañistas y playeros, mientras que sus dos kilómetros de largo albergan a residentes y turistas a través de numerosos alojamientos hoteleros, zonas residenciales de lujo y grandes complejos de alto standing que ofrecen todos los servicios que un turista podría desear para disfrutar al máximo de sus vacaciones.
Bossa se caracteriza por la peculiaridad de pertenecer a dos núcleos urbanos cuyas diferencias quedan constancia en la costa de la playa. Entre las dos zonas, desde Figueretas hasta a Sal Rossa, la playa ofrece un paisaje urbano compuesto por hoteles de lujo que conviven con las antiguas casas marineras, atracciones de minigolf, un miniparque, zonas comerciales y de ocio, bares y pubs internacionales y pintorescos, y lugares muy populares como el famoso bar de playa Bora Bora o la archiconocida discoteca Space, una de las más importantes de la isla.
Pero, además, durante la estancia en Playa d'en Bossa, el turista tiene la oportunidad de conocer la historia de Ibiza gracias al rico patrimonio histórico que conserva entre los dos municipios que la comparte. Pero, sin duda, de todos los monumentos de la isla, el más importante es la torre de sa Sal Rossa, del siglo XVI, una de las más antiguas de la Isla. Y, aun más, desde la misma arena de la playa se puede disfrutar una maravillosa vista de la zona antigua de Ibiza, Dalt Vila, que, sin duda, también merece una vista. Y es que, además de playa, sol, tranquilidad, deporte, ocio y diversión, la Playa d’ en Bossa brinda un entorno rico en historia y cultura que le convierte en la popular playa conocida como ‘Ciudad de vacaciones’.
Armonía, tranquilidad y diversión
Bossa: Una playa de dos kilómetros de largo. Cuando estás de vacaciones en Playa d’en Bossa lo primero es conocer bien la zona en la que te encuentras. En esta ocasión, tus días de descanso lo disfrutas en una extensión de dos kilómetros de largo que tiene mucho que ofrecerte. La playa pertenece a dos municipios, Ibiza y San Josep, y como éstos, presentan grandes diferencias en las dos urbanizaciones turísticas de la zona.
La playa comienza por Figueretas, del término municipal de Ibiza. En esta extensión se establecen hoteles de gran calidad que se alternan con residencias de aspecto marinero. Estas casas, hogares de los lugareños que crearon un núcleo urbano en el extrarradio de la ciudad, ahora comparten espacio con los alojamientos turísticos. Por eso, en esta zona se hallan locales de ocio a los que acude un público mayoritariamente local.
La otra parte de la playa comienza con la zona del minigolf que pertenece a la localidad de Sant Josep que ha provisto la playa de un paseo dedicado a las compras y el ocio. En su recorrido se encuentran innumerables bares de diversidad de ambientes, adornados con banderillas y elementos llamativos. Le siguen las atracciones de las playas, como un miniparque, y el espacio más animado y divertido del lugar, con sus pintorescos bares llenos de turistas. La playa termina con los hoteles de lujo y de ambiente familiar que miran hacia la Torre de sa Sal Rossa.
Playa d’ en Bossa tiene todos los servicios posibles para asegurar la mejor estancia del turista, además de una gran oferta de actividades deportivas de playa y acuáticas: surf, submarinismo, navegación... También hay un espacio dedicado específicamente para asegurar la diversión de los más pequeños, que dispone de carruseles, camas elásticas, castillos de aire, tío vivos y autos de choque, entre otros muchos juegos, ahora sí, diseñados para los más mayores, como es la bolera americana que tiene desde camas elásticas, mini-golf, bolos americanos, hasta un toro mecánico.
Y para la noche, Bossa tiene preparado un mini-tren con el que los turistas pueden recorrer la playa de punta a punta.
Muchos pensarán que con tanto ocio y siendo Ibiza, la Playa d’en Bossa puede ser un destino demasiado costoso, pero nada más lejos de la realidad, ya que con tanta diversidad de servicios ofrece de todo y para todos los bolsillos. Desde numerosos restaurante de buena calidad y económicos, hasta tiendas y ropa de suvenires con precios asequibles. Por ejemplo, un sitio ideal para las compras es el centro comercial La Sirena.
Pero además, en Playa d’en Bossa se encuentran los locales más emblemáticos que dan fama a las populares noches ibicencas, como son el bar de playa Bora, Bora y la discoteca Space.
Las playas más cercanas: Figueretas, de Es Cavallet y de Las Salinas. Además de Bossa, el turista también puede alternar sus días de sol en otras zonas costeras que se encuentran muy cerca del complejo turístico. A tan sólo tres kilómetros de Bossa está Figueretas o Figueretes. Esta playa, dedicada a las familias y turistas de la zona de la barriada de Figueretas y los Molinos, está en el término de Ibiza.
Su paisaje, que se presenta en forma de U, está formado por un paseo de zonas ajardinadas y parques infantiles rodeado de hoteles, hostales y apartamentos dispuestos a pie de playa. Consta de quinientos metros y dispone de espigones usados por los pescadores deportivos y para el atraque de barcos que transportan a los turistas hasta Formentera.
Esta playa también es conocida por su mercadillo hippy que se extiende todas las noches por su paseo acompañado por las atracciones musicales de los bares abiertos a pie de playa.
La playa de Es Cavallet, a tan sólo cuatro kilómetros de Bossa, es una de las playas que ha respetado su paisaje natural. Se caracteriza por estar cerca a la salinera, por su rica vegetación y por la proliferación de aves palmípedas, como los flamencos o garzas. Esta playa, de un kilómetro de largo es conocida por ser el lugar preferido para los nudistas y para la comunidad gay, pero en ella tiene cabida cualquiera que quiera pasar el día en un sitio especial, tranquilo y casi virgen. Su fotografía, de arena muy fina, aguas celestes y con vistas a los islotes que dan paso a Formentera, se complementa con un molino de agua, unos chiringuitos festivamente decorados y algunas casitas bajas y antiguas.
La playa de Ses Salines, o playa de Las Salinas, a cinco kilómetros de Bossa, es la playa preferida de la gente famosa. Se trata de una playa muy larga y plana, caracterizada por arena fina y aguas tranquilas. Su peculiaridad se halla en su lecho marino de inclinaciones suaves que proporcionan grandes piscinas de poca profundidad que se forman en una extensión de costa que cubre poco, mientras que uno de sus extremos de características rocosas ofrece la panorámica de los islotes de Es Freud y la isla de Formentera.
Esta playa también dispone de una amplia oferta de servicios. Cuenta con todo tipo de atracciones y una zona de alquiler de embarcaciones a vela. Pero, además, la playa esconde en sus cercanías las antiguas vías de tren que todavía perviven de la época en que los trenes de mercancía se acercaban a sus costas para abastecerse de sal. Aquí está una pequeña cala escondida del turismo con un embarcadero y casetas de pescadores.
Lugares de interés en Playa d’ en Bossa. Al estar la magnífica playa cerca de importantes localidades de la Isla, como son la industrializada Sant Jordi (a 1427 metros de distancia), el pequeño poblado de Sant Francesc (a 2 Km) y la turística Ibiza (a 4 Km), el turista tiene la oportunidad de visitar numerosos sitios de interés cultural. Pero, sin duda, los lugares más cercanos a la playa que merecen ser visitados son La Torre des Carregador (a 1144 metros de distancia), La Iglesia de Sant Jordi (1348 metros) y Pou Roig (a 2 Km.).
La Torre des Carregador, también conocida como de sa Sal Rossa, construida a finales del siglo XVI al fondo de la playa, está situada en donde antiguamente se instaló el muelle de la sal- sustituido por el muelle de Ses Salines-. Se trata de una torre de defensa que funcionaba para la vigilancia y protección del territorio. Su torre ofrece unas hermosas vistas de Formentera y el castillo de Ibiza y su base funcionaba como refugio protector de los hombres de la sal, por eso su capacidad para acoger a doscientas personas.
La iglesia de Sant Jordi se encuentra en pleno centro del casco urbano de Sant Jordi. Los orígenes de esta edificación no se conocen con exactitud. Por un lado hay constancias de una capilla que se hallaba en su lugar originaria de la época de la reconquista catalana; otros expertos establecen su fecha en el siglo XIII, y las referencias escritas datan el templo en el año 1577.
La iglesia, transformadas por diferentes reformas, presenta aspecto de fortificación, caracterizada por sus gruesos muros rematados en almenas. Su entrada actual es posterior, pero la original, del siglo XVIII, se conserva una de las capillas laterales.
Pou Roig, un especial lugar coronado por un pozo. Se encuentra a mitad de camino de Sant Jordi e Ibiza y está a la altura de Playa d'en Bossa, pero su ubicación exacta es difícil de localizar y pasa bastante desapercibida. A poca distancia de zonas de arados y fincas dispersas se halla el camino que lleva a Pou Roig. Hace un siglo, este pozo funcionaba como el lugar donde se daba de beber a paso a las bestias, caballos y ganado, y también llegó a ser el principal centro social y de cortejo. Tal fue la importancia social de este pozo, que ha llegado a que hoy en día el primer domingo de agosto se celebre aquí la fiesta tradicional de Nuestra Señora de las Nieves.
Gstronomía tradicional y multicultural
Por un lado, la cocina tradicional se caracteriza por su variedad típicamente mediterránea y tradicionalmente histórica. Entre su rico y variado menú destacan platos de siempre como son: la Burrida de Ratjada, raya guisada con almendra picada; la langosta ibicenca guisada con calamares y licor de hierbas; el Guisat de Maris, delicioso guiso de pescado y mariscos; el Arroz de Matanzas, arroz caldoso que se prepara en la tradicional matanza, o ell Sofrit Pagés, un plato festivo elaborado con carnes, sobrasada butifarró y patatas.
Todos estos platos se suelen acompañar por embutidos y quesos de la región o por deliciosos y sencillos entrantes, que también se comen en solitario, como es el Pa amb oli, pan tostado con tomate, aceite y sal, o las famosas coques, pastelillos cuadrados con carne, pescado o verduras picadas.
Por su parte, la repostería ibicenca que se puede degustar en cualquier establecimiento de la playa, también se caracteriza por su diversidad, pero de entre todos los dulces exquisitos destaca el Flaó, pastel de queso con hierbas, las Orelletes, los Buñuelos y la Greixonera, hecha con ensaimadas y leche.
Y como acompañamiento, cómo no, los ricos licores ibicencos elaborados con hierbas autóctonas mezcladas con anís, que se beben para ayudar a hacer la digestión.
Por otro lado, Playa d’ en Bossa también ofrece una larga lista de restaurantes, tascas y bares que sirven desde comidas rápidas hasta todo tipo de menús procedentes de cualquier país. Entre todos estos establecimientos, los situados en la parte sur de la playa han destacado por la calidad de sus productos y esquites de platos.
Por poner un ejemplo, los más recomendados son: el Moorea Grill, el restaurante más grande y popular en el centro de Playa d’en Bossa en el Complejo Jet; la Pizzeria Jet, ofrece todo tipo de comida para comer allí o llevar a buen precio en el centro de la playa; Restaurante Sissi's, sirve Sushi, Tex-Mex, pizzas crujientes y gastronomía española en un ambiente chillo ut; WOK Gran China, con más de 70 ingredientes a elegir, cocinados en presencia del cliente, y Sands Beach Restaurant, un acogedor restaurante en la playa, que ofrece con su carta cócteles exóticos y música de la mejor calidad
Vanguardia y Cultura autóctona
Agosto es el mes estrella de las fiestas de Ibiza. Así que el turista alojado en Playa d’en Bossa podrá disfrutar de numerosos eventos que se organizan en las comunidades que se encuentran a menos de cinco kilómetros de la urbanización turística. Desde muestras culturales, actuaciones en vivo en plazas, representaciones teatrales, recitales de poesía, hasta el prestigioso Festival de Jazz que cada año se celebra en la capital pitiusa con la llegada del verano. Se trata de un encuentro musical que promociona a los jóvenes valores de este género musical y que atrae a los maestros europeos del Jazz.
Por otro parte, Ibiza también se caracteriza por sus fiestas tradicionales fruto de su cultura autóctona. Comienzan sus fiestas tras las navidades con las fiestas patronales de San Antoni de Portmany, que se celebra el 17 de enero. El día del Patrón es festejado en El Passeig de Ses Fonts que se llena de con diversas actividades: concursos, conciertos y otros eventos, entre los que destaca y sorprende por su singularidad y belleza la bendición de los animales, las danzas populares y el desfile de moros y cristianos.
Otra fiesta muy popular y querida es la que precede a la conmemoración del Patrón. Se trata de la Festa del Vi Payés, que se celebra el segundo sábado de diciembre para homenajear al dios Baco. Esta fiesta, iniciativa de los vinicultores, se ha convertido en un acontecimiento social al que acude más de 5.000 personas que se trasladan hasta Sant Mateu para beber buen vino, sobrasadas y butifarras de las últimas matanzas que son asadas al aire libre en fuego de leña.
En agosto se lleva a cabo una de las más populares. Los ocho primeros días de agosto se organiza los eventos de las Festes de la Terra que se lleva a cabo en Eivissa en honor de su patrona San María de les Neus y a Sant Ciriac. Con este acto se recuerda la conquista catalana de Ibiza, el 8 de agosto de 1235, a través de la amena sucesión de concursos, exposiciones, pasacalles, actuaciones en plazas y actos religiosos tradicionales.
En septiembre también se lleva a cabo otra divertida fiesta tradicional. Se trata de la fiesta de romanos y cartagineses de San Bartomeu. El sábado de la primera semana de septiembre, en la playa de es Pouet de la villa de Sant Antoni de Portmany, los vecinos de lugar recrean la famosa batalla de romanos contra cartagineses disfrazados de guerreros de época antigua y portando armamento hecho de cartón para, entre batalla y batalla, compartir de forma divertida un momento histórico con los visitantes.
Y por su parte, el municipio de Santa Eulária des Riu invita a turistas y vecinos a disfrutar el primer domingo de mayo. La fiesta surge a raíz de una leyenda. Resulta que "un día después de misa en el promontorio de la Església Vella, cuando los fieles ya habían salido de la iglesia, el templo se hundió quedando todos a salvo", según nos cuenta illesbalears.es . El suceso se entendió como un milagro y desde entonces conmemoran el primer domingo de mayo, fecha del suceso, con diversas actividades y el original desfile de carros engalanados.
Pero hay más fiestas en los alrededores de Playa d’en Bossa que merecen mención, como es la Fiesta de Eivissa Medieval, con la que se conmemora la declaración de Patrimonio de la Humanidad de 1999. Este evento también se lleva a cabo en mayo, concretamente en el segundo fin de semana del mes. En esa época, el recinto amurallado de la ciudad vieja de Ibiza se adorna con la Feria Medieval que acoge mercados de artesanía, magos, títeres, bufones, juglares, malabaristas... Así, Dalt Vila, el casco antiguo de la ciudad, se convierte en un mercado con más de 100 puestos de venta, varios talleres demostrativos de oficios artesanales, centenares de artistas de animación que realizan actuaciones en la calle, teatros y exposiciones. Con esta fiesta, desde luego, el entretenimiento y la curiosidad están garantizados.